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EE. UU.

Dos fiscales demandan a Trump por recibir dinero de gobiernos extranjeros

agencias | redacción

Consideran que "nunca en la historia de este país" un presidente había tenido una conjunción tan grande de intereses económicos de los que no se ha desvinculado, que ponen "la democracia en riesgo".

Frosh y Racine, en la comparecencia de hoy. Foto: Efe

Euskaraz irakurri: Bi fiskalek Trump salatu dute atzerriko gobernuen dirua jasotzea egotzita

Los fiscales generales de Maryland, Brian Frosh, y del Distrito de Columbia, Karl Racine, han presentado hoy una demanda contra el presidente de EEUU, Donald Trump, por recibir supuestamente dinero de gobiernos extranjeros por negocios de los que no se ha desvinculado totalmente.

En una rueda de prensa en Washington, Racine ha asegurado que la demanda se ha cursado esta mañana ante un tribunal federal por una "flagrante violación" por parte de Trump de las previsiones constitucionales contra la influencia del dinero de intereses extranjeros o nacionales.

Los fiscales generales consideran que "nunca antes en la historia de este país" un presidente había tenido una conjunción tan grande de intereses económicos de los que no se ha desvinculado, que a su juicio ponen "la democracia en riesgo".

Frosh, por su parte, ha asegurado que esperan que eventualmente los tribunales o el Tribunal Supremo sienten precedente en este caso y se determine por ley que Trump debe hacer más para desvincularse de sus negocios, algo que solo ha hecho dimitiendo de todas sus responsabilidades en la Trump Organization.

Los dos fiscales generales consideran que Trump está violando las cláusulas de emolumentos de la Constitución, ya que gobiernos como el saudí están "endulzando" sus relaciones con la Casa Blanca mediante el gasto de centenares de miles de dólares en los hoteles de Trump, como el Trump International Hotel, muy próximo a la Casa Blanca en el centro de Washington.

Trump considera que su dimisión de los puestos de responsabilidad de la Trump Organization y su compromiso de no hablar de negocios con sus hijos era suficiente salvaguarda para evitar conflictos de intereses.