EE. UU.
Harvey deja ciudades devastadas y la amenaza de fuertes inundaciones
Agencias | Redacción
Cinco personas han fallecido y tres prisiones han tenido que evacuar a sus 4.500 reclusos. En las últimas horas, Harvey se ha debilitado a tormenta tropical.
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El huracán Harvey, el de mayor fuerza que ha tocado territorio estadounidense en 12 años, ha dejado al menos cinco fallecidos, ciudades devastadas en la costa este del estado de Texas y la amenaza de precipitaciones torrenciales que podrían causar "dramáticas inundaciones" con una altura de hasta 1,3 metros.
En concreto, Harvey ya ha dejado inundaciones de hasta medio metro de altura en la ciudad costera de Corpus Christi y concentraciones de hasta 40 centímetros de altura en Houston, zonas ya saturadas por el agua. "Nuestra principal preocupación sigue siendo unas inundaciones dramáticas", ha asegurado el gobernador texano, Greg Abbott.
Precisamente, entre las ciudades con mayor riesgo de inundaciones se encuentra Houston, la cuarta más grande de Estados Unidos con una población de dos millones de personas y donde las autoridades activaron la alerta por tornados e inundaciones ante la posibilidad de que las lluvias desborden los ríos que atraviesan la urbe.
Frente a esa amenaza, tres prisiones del sur de Houston tuvieron que evacuar a sus 4.500 reclusos y trasladarlos en autobús a otras cárceles.
Mientras continúan la amenaza de lluvias y tornados, algunas ciudades tratan de recuperarse del impacto del huracán, que tocó tierra el viernes en Rockport sobre las 22:00 hora local (03.00 GMT) con una potencia de categoría 4, de un máximo de 5.
Rockport es una ciudad costera de casi 9.000 habitantes que este domingo ha amaneció con calles convertidas en ríos, árboles derribados, señales de tráfico arrancadas, edificios derruidos y hasta barcos dados la vuelta por la fuerza del viento.
Según el Centro Nacional de Huracanes (CNH), en las últimas horas, Harvey se ha debilitado a tormenta tropical al registrar vientos sostenidos de 110 kilómetros por hora, muy inferiores a las corrientes de 215 kilómetros por hora con las que llegó ayer a Estados Unidos.
En los últimos días, decenas de miles de personas han abandonado sus casas en la costa de Texas y han huido hacia el interior siguiendo las órdenes de las autoridades.