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Recesión

La incertidumbre se adueña de la economía argentina por el desplome del peso

Agencias | Redacción

El Ejecutivo dice que la única solución es erradicar el alto déficit fiscal, que asegura se viene acumulando desde hace siete décadas y se profundizó durante el mandato de Cristina Fernández.

Docentes y universitarios argentinos salen a protestar contra los recortes. Foto: EFE

Euskaraz irakurri: Ziurgabetasun ekonomikoa nagusi da Argentinan, pesoaren debaluazioa dela eta

El Banco Central de Argentina (BCRA) ha decidido subir los tipos de interés a un inédito 60 % para tratar de frenar el imparable desplome del peso, que este año lleva acumulada una pérdida del 102 % frente al dólar y del 96 % respecto al euro.

Mientras el Gobierno trata de transmitir normalidad ante esta compleja situación -hasta ahora sus medidas no están surtiendo demasiado efecto- la sociedad argentina vuelve a vivir horas de incertidumbre por los vaivenes de su moneda, que tradicionalmente sufre continuos reveses por la alta inflación.

La mecha de la crisis se encendió en abril pasado, cuando la subida de los tipos en Estados Unidos afectó fuertemente a mercados emergentes como el argentino, muy dependientes de la financiación externa, por la consecuente fuga de capitales a ese país.

A esta situación se suma una fuerte sequía, la subida del precio mundial del petróleo y el recién destapado escándalo de corrupción que afecta a empresarios y a miembros del anterior Gobierno.

Estos factores han provocado que la economía pasase de crecer de enero a marzo por quinto trimestre consecutivo a entrar en recesión.

"No creemos que estemos ante un fracaso económico, ni mucho menos. Argentina va a salir fortalecida de este proceso porque estamos tomando todas las medidas necesarias para resolver los ajustes estructurales de nuestra economía", ha explicado el jefe de Gabinete, Marcos Peña.

Asimismo, ha asegurado "no hay una solución mágica" para la crisis, ha avalado la política macrista y ha descartado que el país recurra, como ya hizo en otras ocasiones, a suspender el pago de la deuda o a aferrarse a la emisión de dinero.

En este sentido, el Ejecutivo insiste en que la única solución es erradicar definitivamente el alto déficit fiscal, que asegura se viene acumulando desde hace siete décadas y se profundizó durante el mandato de Cristina Fernández (2007-2015).

"En estos momentos de dificultades, aquellos que tenemos responsabilidad política tenemos que tener templanza, seguridad y poder de alguna manera transmitir confianza", ha expresado Rogelio Frigerio, el ministro del Interior.

Por su parte, Macri se ha mostrado inflexible a la hora de negociar los ajustes salariales en el sector público, con la intención de cumplir con la promesa que hace meses hizo al Fondo Monetario Internacional (FMI) de reducir el déficit fiscal a cambio de una multimillonaria línea de crédito. Recientemente, el Gobierno recibió críticas por ajustes en otras áreas, como el sanitario.

Este miércoles, Macri anunció que pidió al FMI acelerar el adelanto de un nuevo desembolso de fondos del crédito de 50.000 millones de dólares concedido en junio pasado para los tres próximos años, tras los 15.000 millones de dólares ya recibidos en ese mes.

El objetivo, según explicó, es garantizar la financiación para 2019 y "eliminar la incertidumbre".

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