Análisis
La crisis boliviana no ha terminado
Jesús Torquemada
Redacción
La crisis provocada en Bolivia por la destitución de Evo Morales aún no se ha cerrado y está causando problemas diplomáticos en toda América.
La crisis provocada en Bolivia por la destitución de Evo Morales aún no se ha cerrado y está causando problemas diplomáticos en toda América.
Evo Morales se exilió a México tras la “sugerencia” que le hicieron los altos mandos militares para que abandonase la Presidencia; una sugerencia que en realidad fue una amenaza de golpe de Estado. Al mismo tiempo, nueve miembros de su Gobierno se refugiaron en la Embajada de México en La Paz.
Ahora Evo Morales ya no está en México, sino en Argentina, donde ha recibido asilo político por parte del nuevo presidente, Alberto Fernández. Sin embargo, los nueve refugiados siguen en la embajada mexicana en La Paz y el Gobierno mexicano ha protestado enérgicamente porque considera que esa embajada está siendo hostigada por la Policía de Bolivia.
La presidenta interina boliviana, Jeanine Áñez, ha prometido elecciones, pero todavía no hay fecha, y la crisis boliviana no se va a resolver hasta que se celebren esas elecciones. Mientras tanto, Áñez ha sacado a Bolivia del bando chavista, donde la situó Morales, para situarla claramente en el bando antichavista. Eso es una decisión muy importante de política exterior y no parece lógico que un Gobierno interino tenga capacidad para tanto.