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Desconexión europea

Europa después del 'brexit': ¿Y ahora qué?

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El 1 de febrero "será una fecha simbólica", pero para los ciudadanos "todo va a seguir igual". El Reino Unido continuará ligado a las estructuras y normas de la UE hasta el 31 de diciembre.

El Reino Unido está listo para abandonar el bloque comunitario. Foto: Pixabay

Euskaraz irakurri: Europa 'brexit'aren ostean

Tras más de tres años de incertidumbre generada por el brexit, finalmente el Reino Unido está listo para abandonar el bloque comunitario y recuperar su "independencia". El 31 de enero un reloj proyectará una cuenta atrás sobre la residencia del primer ministro británico en Downing Street, como parte del espectáculo de luces previsto para la "celebración del divorcio".

Si bien el entusiasmo generado entre los británicos por esta fecha ha ido disminuyendo. El 1 de febrero "será una fecha simbólica", se abre un "nuevo ciclo", pero para los ciudadanos "todo va a seguir igual". El Reino Unido continuará ligado a las estructuras comunitarias y a las normas de la UE hasta el 31 de diciembre, mientras negocia un nuevo pacto comercial bilateral como consecuencia de su salida del mercado único europeo.

En ese plazo, Londres y Bruselas deben negociar los términos de su futura relación bilateral, que no están detallados en el acuerdo de salida. En definitiva, después de tres prórrogas, al final sí, se despide, pero todavía queda por definir en qué condiciones se va: ¿brexit blando o brexit duro?, ¿habrá luego un "breturn" ("Britain return") o no cabe esperar retorno?

Así que las negociaciones con el Gobierno de Boris Johnson volverán a absorber buena parte de las energías de Bruselas este 2020. El diálogo se centrará ahora en el acuerdo comercial, sin olvidar la unión aduanera, los derechos de los ciudadanos europeos residentes en el Reino Unido, la asistencia sanitaria, el derecho de voto, el impacto en el turismo, la operatividad de las compañías aéreas, el transporte de mercancías, su repercusión en el mercado agrario y pesquero, los programas comunes de investigación y universitarios, entre otros.

¿Qué cambia entonces?

Por el momento no habrá visados y la documentación para viajar a Reino Unido no cambia. Los ciudadanos de la UE podrán viajar con su DNI hasta el 31 de diciembre de 2020, como mínimo. Si finalmente Inglaterra sale de la Unión Europea sin acuerdo, los viajeros deberán llevar un pasaporte en regla y no necesitarán un visado para estancias cortas, es decir, de 90 días en período de 180 días. De la misma forma, los británicos que viajen al Espacio Schengen para una estancia corta podrán hacerlo también sin visado.

Después del 31 de diciembre de 2020, la entrada a trabajar o residir en el Reino Unido se hará en función del futuro sistema migratorio británico. Todos los ciudadanos europeos que deseen residir, trabajar o estudiar en el Reino Unido (o seguir haciéndolo) tendrán que pasar por un nuevo procedimiento del Ministerio de Interior británico, el 'EU Settlement Scheme'.

Tras el brexit la Tarjeta Sanitaria Europea ya no sería válida, pero hasta 31 de diciembre de 2020, y en el caso de una salida sin acuerdos, España se compromete a atender a los británicos y, recíprocamente, los turistas y residentes españoles en Reino Unido tendrán derecho a la asistencia sanitaria.

Los vuelos hacia y desde el Reino Unido funcionarán también como hasta ahora. Las aerolíneas operarán sin interrupciones, incluso en el caso de un escenario sin acuerdo. Todas las reservas realizadas están confirmadas y no deberían sufrir cambios los datos aportados por el pasajero. Nada cambia en las licencias de vuelo hasta el 31 de diciembre de 2020.

Eso sí, los controles de inmigración tras el brexit podrían sufrir modificaciones y repercutir en los tiempos de espera en la frontera de Reino Unido.

En cuanto a las condiciones del roaming gratis en Inglaterra después del brexit está por ver si se mantendrán. A día de hoy, el uso de teléfonos móviles en el Reino Unido y el resto de países comunitarios no tiene un coste adicional si nuestro línea pertenece una compañía que opera en un país comunitario. Todo dependerá del operador. No obstante, algunas compañías británicas ya han anunciado que seguirán ofreciendo la ventaja del roaming gratuito a los operadores de la UE.

Las políticas de uso de tarjetas de crédito en el extranjero también podrían cambiar. Algunas tarjetas vienen desactivadas para ser usadas fuera del ámbito de la UE o pueden incluir restricciones y cargos adicionales.

Entre los problemas que puede conllevar el brexit está el de la compatibilidad de los permisos de conducir y, de no ser así, tener que viajar a Reino Unido con el permiso de conducir internacional. Por ahora se puede conducir por el Reino Unido como titulares de un carné de conducir español o de cualquier país de la UE. Para los extranjeros residentes en el Reino Unido, pasados tres años tras la solicitud de residencia ya no será válido el carné español y necesitarán pedir la licencia británica.

Cualquiera que sea el resultado de las negociaciones en curso entre la UE y el Reino Unido, se espera que el brexit dé lugar a numerosos cambios en el programa Erasmus+.

Otra de las consecuencias para España del brexit es la repercusión que tendrá en Gibraltar. Tendrán que garantizar los derechos de los casi 10.000 trabajadores españoles que cada día cruzan la verja; abordar la cooperación policial y aduanera, sobre todo la gran diferencia en el precio del tabaco, lo que facilita el contrabando, y mejorar el medio ambiente, perjudicado por los vertidos desde el peñón en las aguas cuya soberanía se disputan España y el Reino Unido.

A los británicos les interesa "enormemente llegar a un magnífico acuerdo de libre comercio con cero tarifas y cero cuotas". Sin embargo, Bruselas ha advertido de que once meses es un plazo demasiado corto para alcanzar un acuerdo comercial completo con Londres.

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