GOLPE DE ESTADO EN MYANMAR
El Ejército de Myanmar da un golpe de estado
EITB MEDIA | EFE
Los militares han detenido a varios miembros del Gobierno y a su líder y premio Nobel de la Paz, Aung San Suu Kyi. El Ejército ha declarado el estado de emergencia durante un año.
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Euskaraz irakurri: Myanmarko Armadak estatu-kolpea eman du
Un golpe de Estado ha abortado la transición democrática en Myanmar, después de que el Ejército arrebatara este lunes el poder al Gobierno y detuviera a su líder y premio Nobel de la Paz, Aung San Suu Kyi.
El poderoso Ejército de Myanmar gobernó el país entre 1962 y 2011, cuando se inició una transición controlada hacia la democracia.
Sin embargo, los militares, que nunca renunciaron del todo al poder, han declarado hoy el estado de emergencia, acusando al Ejecutivo de cometer fraude en las elecciones del pasado noviembre.
El golpe, del que había rumores desde la semana pasada, ha sido ejecutado el día en el que el Parlamento tenía previsto celebrar su primera sesión de la legislatura tras las elecciones de noviembre de 2020, en las que la Liga Nacional para la Democracia (LND), formación de Suu Kyi, consiguió revalidar el poder con una abrumadora victoria.
La jornada golpista ha comenzado con la detención de la líder de facto del país asiático, consejera de Estado y Nobel de la Paz y del hasta hoy presidente, Win Myint, además de varios ministros y presidentes regionales.
Entre la treintena de arrestados se encuentran además activistas, escritores, cantantes y directores de cine, según una lista extraoficial a la que ha tenido acceso la agencia EFE.
El anunció de estado de emergencia llegó horas después a través del canal Myawaddy News, controlado por el Ejército, que confirmaron que el hasta ahora vicepresidente Myint Swe -nombrado por los militares- asumía la presidencia interina y le cedía todos los poderes al jefe de las Fuerzas Armadas, Min Aung Hlaing.
El origen del golpe de estado
Los militares justifican el golpe por un supuesto fraude en las elecciones del pasado noviembre y aseguran que la Comisión Electoral había sido "incapaz de resolver el problema".
Además, el Ejército ha insistido en que, una vez se acabe el periodo de un año del estado de emergencia, se celebrarán "elecciones generales libres y justas" y "el poder será traspasado al partido ganador que haya cumplido con los estándares democráticos".
La respuesta de la LND, el partido hasta ahora gobernante, llegó a través de una carta publicada en Facebook en la que en nombre de Suu Kyi se pide a los ciudadanos que no acepten el golpe de Estado perpetrado por los militares y que protesten.
"Las acciones de los militares llevan de nuevo al país a la dictadura", señala el escrito. "Se pide a la población que se oponga totalmente al golpe militar y resista con firmeza contra el mismo", ha añadido.
Cortes en la comunicación y rumores de más detenciones
Las conexiones de Internet y de teléfono fueron suspendidas durante horas y la única cadena de televisión operativa fue la de los militares, mientras continúan los rumores de que se podrían efectuar detenciones de periodistas.
A pesar de la enorme presencia policial en el centro de Rangún, la mayor ciudad del país, los comercios han permanecido abiertos y se vive un cierto clima de normalidad.
Durante la mañana se vieron en la ciudad largas colas en los cajeros automáticos de los bancos, que en algunos casos se habían quedado sin efectivo y que decidieron cerrar debido a la "inestabilidad del sistema y la lenta conexión a internet", según un comunicado de la Asociación de Bancos de Myanmar.
También cerró el aeropuerto y supuestamente las autoridades han clausurado el espacio aéreo desde hoy y hasta el 31 de mayo, según una comunicación enviada a las aerolíneas a la que han tenido acceso fuentes diplomáticas.
Las elecciones de noviembre
La aplastante victoria electoral de Suu Kyi demostró su gran popularidad en Myanmar, a pesar de su mala reputación internacional por las políticas contra la minoría rohinyá, a la que gran parte se le niega la ciudadanía y el voto, entre otros derechos.
Las supuestas irregularidades en los últimos comicios fueron denunciadas en primer lugar por el Partido de la Solidaridad y el Desarrollo de la Unión (USDP), la formación creada por la anterior junta militar antes de disolverse y que obtuvo unos resultados irrisorios.
La Comisión Electoral ha negado el fraude en las elecciones de noviembre, ganadas con una mayoría clara por la Liga Nacional para la Democracia al conseguir el 83 % de los 476 asientos del Legislativo.
Los militares, que redactaron la actual Constitución en un plan de ruta para lograr una "democracia disciplinada", contaban ya con grandes poderes en el país, al disponer del 25 % de los escaños del Parlamento y de los influyentes ministerios del Interior, Fronteras y Defensa.
La reacciones de la comunidad internacional
La comunidad internacional ha pedido a los militares que liberen a los políticos detenidos y que se adhieran a los principios democráticos. La Unión Europea ha condenado el golpe de estado en Myanmar y ha reclamado la puesta en libertad de Suu Kyi, además de la inmediata restauración del Gobierno civil.
Por su parte, el secretario general de la ONU, António Guterres, ha rechazado "enérgicamente" las detenciones y ha manifestado su "grave preocupación" por la declaración de "la transferencia de todos los poderes legislativo, ejecutivo y judicial a los militares".
También Estados Unidos ha mostrado su preocupación, y tanto el presidente, Joe Biden, a través de la secretaría de Prensa, Jen Psaki, como el secretario de Estado, Antony Blinken, han pedido que se libere "a todos los funcionarios gubernamentales y líderes de la sociedad civil y respeten la voluntad del pueblo de Birmania expresada en las elecciones democráticas del 8 de noviembre".
China, por su parte, ha llamado a la "paz" y la "estabilidad" sin que tenga lugar "intervención extranjera" alguna.