Magnicidio
¿Qué está pasando en Haití?
I.R. | EITB Media
El asesinato del presidente ha sucedido en unos momentos en los que el país caribeño está atravesando una situación profundamente inestable. Estas son las claves para entender la crisis en la que está sumergido Haití.
Euskaraz irakurri: Zer ari da gertatzen Haitin?
El presidente de Haití, Jovenel Moise, fue asesinado ayer, miércoles, por hombres armados en su residencia de Puerto Príncipe, mientras este descansaba junto a su mujer, Martine Moise. Cuatro de los supuestos asesinos fueron abatidos a la noche por la Policía, y otros dos han sido detenidos, según ha informado Frantz Exantus, el secretario de Estado de Comunicación del país.
El magnicidio ha sucedido en unos momentos en los que el país caribeño, el más pobre de toda América, está atravesando una situación profundamente inestable. Estas son las claves para entender la crisis en la que está sumergido Haití, un país en el que la inestabilidad política una constante, con más de 20 gobiernos en 35 años.
A dos meses de las elecciones, convocadas para el próximo 26 de septiembre, la oposición no reconocía la legitimidad de Moise como máximo mandatario desde el pasado 7 de febrero de 2021, ya que consideran que ese mismo día debía concluir su presidencia tras 5 años de gobierno. Según el artículo 149 de la Constitución, los mandatos presidenciales no pueden superar ese límite, por lo que, entendiendo que su gobierno comenzó en 2016, este debería de haber delegado este año; sin embargo, Moise alegó que esas elecciones fueron anuladas y que acabó siendo investido en 2017, por lo que interpretó su cuenta atrás desde esa fecha, hasta 2022.
Durante todo este tiempo, los partidos opositores, los de izquierda mayoritariamente, han tratado a Moise como un "dictador", en especial por el polémico modo que ha gobernado, a base de decretos, desde que Moise disolvió el Parlamento en enero de 2020. De esta manera, el presidente ha sido durante año y medio el único y exclusivo poder en el país.
Elecciones y referéndum
Haití tiene convocadas elecciones presidenciales y legislativas para el 26 de septiembre, unos comicios en los que Moise no podía ser candidato. En esa misma fecha también estaba previsto realizar un referéndum para aprobar una nueva Constitución, impulsada por Moise con la intención de reforzar la figura del presidente, aunque este aseguraba que él no se iba a beneficiar, ya que afirmaba que su mandato concluiría el 7 de febrero de 2022.
Sin embargo, la propuesta de la nueva ley de leyes no contentaba a la oposición, y la comunidad internacional lo miraba con cierto recelo, por falta de transparencia y por no ser visto suficientemente inclusivo.
Una sucesión difícil
Según la actual Carta Magna haitiana, en el caso de la muerte del presidente, el Consejo de Ministros tiene el poder ejecutivo hasta elegir un nuevo presidente. Sin embargo, en el caso de que el mandatario muera a partir del cuarto año de gobierno, la Asamblea Nacional debería reunirse para elegir un presidente que cumpla el mandato del fallecido. Pero, desde enero del pasado 2020, el Legislativo está disuelto debido al aplazamiento de las legislativas que estaban previstas para 2019, paralizadas por las protestas, muchas de ellas violentas.
Supuesto intento de golpe de estado
Moise ha sido acusado varias veces de corrupción y, desde 2018, se ha desencadenado una crisis política en torno a los fondos del programa de ayudas venezolano Petrocaribe. Ese caos se ha ido agravando año a año debido a la suma de los problemas económicos y sociales que han derivado en un clima político cada vez más tenso.
La crisis se agravó el pasado 7 de febrero, día en el que Moise debería, según la oposición, haber dejado su cargo. Sin embargo, el presidente denunció a sus contrarios alegando que estos tramaban un atentado para asesinarle en ese mismo día.
Las autoridades realizaron varias detenciones, pero fueron puestos en libertad por orden judicial.