Reino Unido
Carlos III y sus enfados en público, ¿el fin de la flema británica?
T.S.J. | EITB MEDIA
Gestos impacientes hacia sus ayudantes, expresiones coléricas por una pluma que mancha, y hasta un día libre para descansar. Al contrario que su madre, discreta y diplomática, el nuevo rey británico y su personalidad no dejan de dar titulares. Repasamos sus primeras polémicas.
Euskaraz irakurri: Charles III.a eta publiko aurrean izandako haserreak: patxada ingelesaren amaiera?
La imagen de discrección y diplomacia que la monarquía británica solía mostrar durante estas últimas décadas se ha visto fracturada por varios episodios protagonizados por el nuevo rey de Inglaterra, Carlos III. Tras la muerte de su madre, la reina Isabel II, y su consecuente ascenso al trono, el nuevo monarca se ha colocado en el foco mediático por varios momentos donde ha dejado patente su carácter.
Fruto de la presión del histórico momento o bien como consecuencia de una personalidad airada, el rey ha dado muestras de irritación por pequeños detalles del protocolo durante la celebración de actos públicos.
Problemas con la tinta
En la ceremonia del pasado 10 de septiembre, donde fue proclamado oficialmente soberano, bajo la atenta mirada de varios ex primeros ministros británicos y la cúpula del Estado, el primogénito de Isabel II perdió el temple con un objeto mal colocado. Había un tintero que le impedía firmar con comodidad, y todo el mundo fue testigo de su impaciente gesto para que un ayudante lo desplazara con presteza.
Las redes sociales no tardaron en hacerse eco de lo sucedido, entre la sorna y la crítica.
¡¡¡Esclavo, mueve el tintero que soy el Rey!!!#CarlosIII #CharlesIII pic.twitter.com/UNiXBQMS4i
— ¿.C.C¿¿¿¿¿¿¿¿ ¿¿ (@A_C_Caballero_) September 10, 2022
"¡Odio esto!"
Tres días más tarde, el monarca, de 73 años, se encontraba firmando el libro de visitas del castillo de Hillsborough, sede oficial del Gobierno de Irlanda del Norte, cuando se manchó la mano de tinta. "Por Dios, odio esta pluma", espetó Carlos III, tras mancharse.
El monarca se levantó de la mesa y, visiblemente enfadado, continuó expresando su frustración: "¡No puedo soportar esta maldita cosa! (...) ¡Lo hacen cada puñetera vez!", se quejaba mientras se limpiaba con un pañuelo.
El enfado de Carlos III había empezado unos segundos antes, cuando se dio cuenta de que había firmado con una fecha equivocada. Exasperado, el monarca abandonó la sala sin esperar a Camila, reina consorte, que aún no había estampado su rúbrica en el documento.
"Día libre"
La última polémica está relacionada con la "necesidad" de vacaciones del nuevo rey ya que, según fuentes de la BBC, Carlos III se tomó "libre" el pasado jueves para descansar de sus obligaciones institucionales, cuando apenas se cumple una semana del inicio de su reinado.
Carlos III después de la primera semana de trabajo de su vida en 73 años, se toma un día libre en su mansión campestre de Highgrove. Ha trabajado demasiado el nuevo monarca, no está acostumbrado ¿ pic.twitter.com/JFBIb8XDJn
— Aníbal Garzón (@AnibalGarzon) September 15, 2022
La BBC asegura que el rey empleó el día, que pasó en la casa de campo de Highgrove, en la campiña inglesa, en prepararse para su nuevo rol y firmar documentos para los que, suponemos, no habrá elegido pluma y tinta.