Tensión
Un dron estadounidense se estrella en el Mar Negro tras un incidente entre EE. UU. y Rusia
Agencias | EITB Media
Las Fuerzas Armadas norteamericanas han denunciado una maniobra "poco segura y poco profesional" por parte de dos aviones rusos. Por su parte, el Ministerio de Defensa de Rusia ha negado cualquier contacto entre sus cazas SU-27 y el dron.
Euskaraz irakurri: AEBko drone bat Itsaso Beltzean erori da Errusiako ehiza-hegazkinek atzeman ondoren
Un caza SU-27 de la Fuerza Aérea de Rusia ha impactado este martes con un vehículo aéreo no tripulado de Estados Unidos sobre aguas internacionales en el Mar Negro, según las Fuerzas Armadas norteamericanas, que han denunciado una maniobra "poco segura y poco profesional" por parte de dos aviones rusos. La OTAN ha informado a los aliados sobre el "incidente".
El mando de las fuerzas estadounidenses en Europa ha confirmado en un comunicado este incidente, ocurrido a primera hora de la mañana. Uno de los cazas rusos ha golpeado una de las hélices del dron, lo que ha llevado a las autoridades norteamericanas a derribarlo en el mar.
"Nuestra aeronave MQ-9 estaba realizando operaciones de rutina en el espacio aéreo internacional cuando fue interceptado y golpeado por un avión ruso, lo que derivó en un impacto y en la pérdida completa del MQ-9", ha explicado el comandante James B. Hecker, que ha advertido de que "casi" hay un choque total.
Hecker ha instado a las fuerzas rusas a comportarse de manera "profesional y segura" en la zona, en la medida en que Estados Unidos y sus aliados "seguirán operando en el espacio aéreo internacional".
En este sentido, Washington ha denunciado "un patrón de acciones peligrosas" por parte de pilotos de Rusia, en un momento especialmente delicado por la escalada de tensiones en torno a Ucrania.
El portavoz del Pentágono, el general de brigada Pat Ryder, ha precisado que los dos cazas involucrados en este incidente volaron cerca del MQ-9 entre media hora y 40 minutos y ha insistido en que, aunque este tipo de interceptaciones son habituales, lo que no es normal fue el comportamiento de los pilotos rusos.
Caza SU-27. Foto: Wikimedia Commons
Rusia niega el contacto
Por su parte, el Ministerio de Defensa de Rusia ha negado cualquier contacto entre sus cazas SU-27 y el dron. "Como resultado de una maniobra brusca el aparato no tripulado MQ-9 entró en un vuelo incontrolado con pérdida de altura y colisionó contra la superficie del agua", señala el comunicado castrense ruso.
La nota oficial subraya que "el armamento a bordo de los cazas rusos no fue empleado" y que los SU-27 "no entraron en contacto con el aparato y regresaron sanos y salvos a su aeródromo".
Los radares rusos detectaron el dron estadounidense cerca de la anexionada península ucraniana de Crimea con el transpondedor apagado. Además, Defensa asegura que el MQ-9 violó la frontera del espacio aéreo utilizado provisionalmente por Rusia en el marco de su "operación militar especial" en Ucrania, de lo que Moscú informó en su momento a todos los interesados de acuerdo con las normas internacionales.
Por ese motivo, la aviación rusa se vio obligada a enviar a sus cazas con el fin de identificar al infractor.
Así, el embajador ruso en Washington, Anatoly Antonov, ha tildado de "provocación" las maniobras del dron estadounidense. "Creo que esto es una verdadera provocación. Esto nos provocó a nosotros a realizar ciertas acciones después de las cuales uno podría culpar a Rusia o al Ejército ruso de algún tipo de falta de profesionalismo", ha afirmado, según ha recogido la agencia de noticias TASS.
MQ-9 o Predator B. Foto: EFE
Un dron que puede ir armado y diseñado para la vigilancia
El MQ-9 puede ir armado, pero no se ha facilitado qué tipo de misión estaba efectuando. El dron Reaper MQ-9 tiene capacidad para entrar en combate, pero fue diseñado para prolongadas labores de vigilancia.
También conocido como Predator B, tiene el aspecto de un avión, puede alcanzar una velocidad máxima de 480 kilómetros por hora, mide once metros y pesa unos 2200 kilogramos, según figura en la web de la Fuerza Aérea de Estados Unidos.
Entró en funcionamiento en 2007, convirtiéndose en uno de los primeros drones con capacidad para entrar en combate y que, además, podía llevar a cabo labores de vigilancia durante mucho tiempo y a gran altura.
Este modelo, que ha sido actualizado en varias ocasiones, tiene actualmente la capacidad de volar durante 30 horas cuando lleva a cabo labores de vigilancia, aunque ese tiempo se reduce a 23 horas cuando está cargado con armas, lo que aumenta el gasto de combustible.
Está diseñado para poder llevar hasta ocho misiles aire-tierra AGM-114 Hellfire, destinados a destruir carros de combate, aviones y helicópteros.