GUERRA EN GAZA
EE. UU. rechaza apoyar ataques en Rafah por la alta densidad de población: "Sería un desastre"
agencias | eitb media
En la zona hay más de un millón de desplazados de lugares previamente evacuados y constantemente bombardeados.
Euskaraz irakurri: AEBk ez luke Rafahn erasoak egitea babestuko: "Hondamendia izango litzateke"
El portavoz de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, John Kirby, ha afirmado que Estados Unidos no apoya que las operaciones militares del Ejército de Israel se amplíen a la localidad de Rafah, en el sur de la Franja de Gaza, ya que supondrían "un desastre" para los palestinos que se encuentran en esta zona, donde hay miles de desplazados de lugares previamente evacuados y constantemente bombardeados.
"Más de un millón de palestinos están refugiados en Rafah y sus alrededores. Ahí es a donde se les ha dicho que tienen que ir, por lo que hay muchos desplazados. El Ejército israelí tiene la obligación especial, cuando lleva a cabo operaciones, de asegurarse de tener en cuenta la protección de civiles inocentes, en particular los que fueron arrojados al sur por las operaciones más al norte", ha declarado en una rueda de prensa.
Kirby ha subrayado que, "si no se tiene plenamente en cuenta la protección de los civiles a esa escala en Gaza, las operaciones militares en este momento serían un desastre para esas personas". "Y no es algo que apoyemos", ha concluido.
Israel ha anunciado que tiene la intención de ampliar su lucha contra Hamás en la zona de Rafah, en el sur del país, una zona con gran densidad de población. El ministro de Defensa israelí, Yoav Gallant, indicó la semana pasada, y reafirmó a principios de esta, que los militares israelíes llegarían a "lugares donde aún" no habían "luchado" tanto en el centro como en el sur de enclave, "especialmente al último (bastión) de Hamás que queda en Rafah".
La ofensiva de Israel se ha saldado hasta la fecha con más de 27.800 muertos y 67.317 heridos en la Franja de Gaza. Asimismo, 383 palestinos han muerto en operaciones llevadas a cabo por las fuerzas de seguridad de Israel y ataques perpetrados por los colonos en Cisjordania y Jerusalén Este desde los ataques de Hamás, que se saldaron con 1.200 muertos y 240 secuestrados en territorio israelí.