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Oriente Próximo

El Parlamento israelí prohíbe que la agencia de la ONU para los refugiados opere en sus territorios

Agencias | EITB Media

La propuesta ha sido aprobada por una amplia mayoría del Parlamento, incluyendo también a algunos partidos de la oposición. El secretario general de la ONU, António Guterres, ha recordado a Israel que ninguna ley nacional puede alterar las obligaciones internacionales.

Un camión de la UNRWA destruido por ataques israelíes, este pasado miércoles. EFE.

Euskaraz irakurri: Israelgo Parlamentuak debekatu egin du errefuxiatuentzako NBEren agentziaren lana

La Knesset o Parlamento israelí ha aprobado este lunes una ley que prohíbe toda actividad de la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados en Oriente Próximo (UNRWA) tanto en Israel como en los territorios palestinos.

Un total de 92 de los 120 diputados del Parlamento unicameral israelí han apoyado la iniciativa, mientras que 10 han votado en contra. A favor de la propuesta han votado también partidos de la oposición como Yesh Atid, el Partido Unidad Nacional o Yisrael Beiteinu, informa el diario israelí Haaretz.

La votación ha estado precedida de un tenso debate en el que una de las diputadas del gobernante partido Likud, Tally Gotliv, ha intentado agredir al diputado árabe-israelí Ahmed Tibi cuando tenía estaba en el estrado. Los conserjes de la sala también han intervenido para evitar que llegaran a las manos el ministro de Seguridad Nacional y líder del partido ultraderechista Poder Judío, Itamar Ben Gvir, y el líder del partido socialista y árabe-israelí Hadash-Taal, Aiman Odé. Ambos se han gritado durante la sesión.

Israel ha justificado estas leyes asegurando que unos 2100 empleados de la UNRWA pertenecen a la organización islamista Hamás, pero sin presentar pruebas contundentes.

Guterres: Ningún país puede alterar sus obligaciones internacionales

El secretario general de la ONU, António Guterres, ha dicho sentirse "profundamente preocupado" la prohibición aprobada por la Knesset, y ha recordado, en un comunicado, que Israel tiene "obligaciones según el derecho internacional, incluyendo la ley internacional humanitaria y las que conceden privilegios e inmunidades a la ONU. Ninguna legislación puede alterar esas obligaciones".

Guterres ha insistido en que "no hay alternativa a la UNRWA" por ser "el principal medio por el que la ayuda esencial llega a los refugiados palestinos en los territorios palestinos ocupados".

Anteriormente, los ministros de Exteriores de Australia, Francia, Alemania, Canadá, Corea del Sur y Reino Unido expresaron el domingo su "profunda preocupación" por que estas leyes salgan adelante y pidieron a Israel que cumpla "con sus obligaciones internacionales", permitiendo a la UNRWA seguir con sus operaciones. 

Incluso Estados Unidos, el mayor apoyo militar y diplomático de Israel, está en contra de los dos proyectos de ley. A principios de mes, el Gobierno liderado por Joe Biden envió una carta a las autoridades israelíes en la que mostraba su rechazo a la aprobación de estas leyes ya que, sostienen, supondrán un golpe a la ayuda humanitaria en Gaza y privarán a decenas de miles de palestinos en Jerusalén de servicios sociales básicos, como la educación.

"La columna vertebral de la ayuda en Gaza" 

La UNRWA es "la columna vertebral de las operaciones humanitarias en Gaza", ha manifestado Jonathan Fowdler, uno de los portavoces del organismo, quien ha destacado que sin el trabajo de la agencia, 660 000 niños gazatíes perderían a la única entidad capaz de continuar con su educación.

Más allá del devastado enclave, donde la ofensiva israelí del último año ha dejado ya más de 42.000 muertos, la mayoría mujeres y niños, los servicios educativos y sanitarios de los que dependen miles de palestinos en Cisjordania ocupada se desmantelarían, poniendo en peligro la posibilidad de lograr una solución diplomática al conflicto palestino-israelí.

Desde el 7 de octubre de 2023, más de 220 trabajadores de la UNRWA han sido asesinados por Israel y 190 instalaciones han resultado dañadas. 

La UNRWA fue establecida en 1950 por la ONU y presta servicios sociales a más de cinco millones de refugiados palestinos -muchos descendientes de los cientos de miles de desplazados por la creación del Estado de Israel- que viven en la Franja de Gaza, Cisjordania ocupada, Líbano, Siria y Jordania.