Guerra en Ucrania
La guerra en Ucrania cumple 1000 días con Moscú ganando terreno a diario y Kiev necesitada de más soldados
EITB Media
En este contexto, Biden acaba de otorgar a Kiev la posibilidad de utilizar misiles estadounidenses ATACMS en territorio ruso. Altos diplomáticos de la UE señalan que ahora hay que apoyar más que nunca a Ucrania, en un momento de incertidumbre a causa de la vuelta de Trump a la Casa Blanca en enero.
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Euskaraz irakurri: Ukrainako gerrak 1.000 egun bete ditu: Moskuk etengabe aurrera egiten du eta Kievek soldadu gehiago behar ditu
La guerra en Ucrania cumple este martes 1000 días con Rusia ganando terreno a diario en el este y con las fuerzas ucranianas necesitadas de más soldados, pero con un cambio importante en el apoyo que reciben de Estados Unidos: la posibilidad de utilizar los misiles ATACMS en territorio ruso.
La posibilidad de utilizar estos misiles, de unos 300 kilómetros de alcance ha sido una de las reclamaciones de Kiev para hacer frente a la ofensiva rusa. El presidente de la Duma o cámara de diputados de Rusia, Viacheslav Volodin, ya ha advertido que la autorización occidental a Ucrania para que emplee misiles de largo alcance "sólo empeorará la suerte y el futuro de Ucrania. La contienda militar cumplirá tres años el próximo febrero.
El canciller alemán, Olaf Scholz, conversó el pasado viernes por teléfono con el presidente ruso, Vladimir Putin, por primera vez desde 2022, y le urgió a poner fin a la guerra en Ucrania y a abrirse a unas negociaciones serias con Kiev para lograr una paz "justa y duradera". El presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, criticó la llamada por considerar que ha abierto "la caja de Pandora".
Rusia no deja de avanzar en Donetsk
Desde que hace más de un año Rusia recuperó la iniciativa en el frente al apagarse sin los resultados esperados la segunda contraofensiva ucraniana, las fuerzas rusas no han dejado de avanzar en la región de Donetsk, en el este, aunque Moscú sigue lejos de su objetivo de controlar todo el territorio.
El principal logro de Rusia en los últimos meses fue la toma a principios de octubre de la ciudad de Vugledar, en la parte sur de Donetsk.
Desde allí las fuerzas del Kremlin empujan hacia el norte para rodear a las tropas ucranianas que hay al sur de Kurájove, que es junto la ciudad de Pokrovsk el principal objetivo de la ofensiva rusa, y lanzan al día alrededor de 100 ataques en los ejes de Kurájove y Pokrovsk.
Posible ofensiva rusa en Zaporiyia
Además, Ucrania ha advertido de los planes rusos de activar una ofensiva también en la provincia suroriental de Zaporiyia, lo que pondría aún más presión sobre la línea defensiva de Kiev. Está por ver, sin embargo, si Rusia tiene capacidad para apretar a la vez en otro frente adicional.
Según datos del Instituto para el Estudio de la Guerra (ISW) de Washington, el Ejército ruso se hizo con el control de 414 kilómetros cuadrados en octubre, lo que supone la mayor conquista de territorio en un mes por parte de Moscú desde el verano de 2022.
Aunque reconoce estos avances rusos, Kiev insiste en que tienen lugar a un precio récord de pérdidas humanas y de material, y se aferra, como llevan haciéndolo desde el segundo año de la guerra, a la esperanza de que el Kremlin se quede sin hombres y equipamiento para suplir estas bajas.
Llamas tras un ataque ruso sobre Sumy. Foto: EFE
Parte de Kursk sigue bajo control ucraniano
Los combates también continúan en la región rusa de Kursk, donde Kiev inició el pasado mes de agosto su operación transfronteriza más ambiciosa de la guerra y controla desde entonces parte del territorio. Más de tres meses después de que las tropas ucranianas cruzaran la frontera, el Ejército ruso aún no ha podido expulsarlas de su territorio.
La operación ucraniana en Kursk buscaba distraer a Rusia de su campaña en el este de Ucrania y ralentizar su ofensiva, algo que no ha ocurrido hasta el momento.
En ese contexto, según la inteligencia surcoreana, ucraniana y occidental, Putin ha dado el visto bueno al despliegue en esa región fronteriza de unos 10 000 soldados norcoreanos, posibilidad contemplada por el acuerdo de asistencia mutua en caso de agresión firmado entre Moscú y Pionyang.
Incertidumbre por la vuelta de Trump
Pese a la difícil situación en el frente, la ayuda financiera, militar y humanitaria de la UE y el apoyo sin fisuras también de la OTAN explican en parte la capacidad de Ucrania de plantar cara a Rusia durante estos mil días.
Altos diplomáticos comunitarios señalan que ahora hay que apoyar más que nunca a Ucrania, en un momento de incertidumbre a causa de la vuelta del republicano Donald Trump a la Casa Blanca en enero.
Desde el inicio de la invasión rusa, la UE ha puesto a disposición de Ucrania cerca de 108 000 millones de euros en ayuda financiera, humanitaria y militar, así como para atender las necesidades de los 4,3 millones de ucranianos que se han acogido a la protección temporal ofrecida.
La OTAN, por su parte, impulsó en su cumbre de Washington en julio un nuevo mando desde una base militar en Alemania para coordinar toda la ayuda militar y las misiones internacionales de formación de soldados ucranianos, así como un apoyo militar a Ucrania por valor de 40 000 millones de euros este año.