Acto privado
Las cenizas de Iñaki Azkuna descansan en el cementerio de Durango
Redacción
El cuerpo del alcalde de Bilbao fue incinerado ayer en Derio y hoy han depositado sus cenizas en su pueblo natal.
Las cenizas de los restos mortales del alcalde de Bilbao, Iñaki Azkuna, han sido depositadas este domingo en el cementerio de Durango, de donde era natural el primer el edil de la villa, en un acto privado: sólo la familia ha asistido a un acto que el alcalde de Bilbao quiso que fuera totalmente privado. Sus cenizas han sido depositadas junto a las de su esposa fallecida hace año y medio.
Entre tanto, en Bilbao ultiman los preparativos para el funeral que se celebrará mañana en la catedral de Santiago. Hoy han colocado sillas en el exterior de la catedral que acogerá el único acto público en recuerdo a Azkuna.
El alcalde fue incinerado este sábado en el cementerio de Derio, a donde fue trasladado su féretro desde el tanatorio Nuestra Señora de Begoña en el barrio bilbaíno de Bolueta.
El furgón fúnebre, que portaba diversas coronas, entre ellas, una de la Casa Real, llegó antes de las diez de la mañana al cementerio de Derio, donde se llevó a cabo un acto de despedida por parte de sus familiares y allegados, entre ellos, numerosos compañeros de partido.
Hasta el cementerio de Derio, se trasladaron el lehendakari, Iñigo Urkullu, y los exlehendakaris Juan José Ibarretxe y José Antonio Ardanza, el presidente del EBB, Andoni Ortuzar, la presidenta del BBB, Itxaso Atutxa, el expresidente del Parlamento vasco, Juan María Atutxa, los concejales del equipo de gobierno, entre ellos, el nuevo alcalde, Ibon Areso, además de la mano derecha de Azkuna, Andoni Aldekoa.
Precisamente, Andoni Aldekoa y el edil de Obras y Servicios, José Luis Sabas, fueron dos de las personas que portaron el féretro con los restos del alcalde hasta el interior del crematorio, donde finalmente fué incinerado.