Entrevista
Sare: 'Queremos mostrarles el apoyo de Euskal Herria para que den pasos valientes'
Mikel Domínguez | eitb.eus
Según el portavoz Inaxio Oiartzabal, la colaboración entre agentes será necesaria para terminar con la dispersión. Quieren mostrar a los gobiernos que Euskal Herria está a favor de los acercamientos.
Euskaraz irakurri: Sare: 'Presoen alde pausoak emateko Euskal Herrian duten babesa irudikatu nahi dugu'
Decenas de personas están uniendo en bicicleta Luhuso (Lapurdi) y Gernika (Bizkaia), a favor de los derechos de los presos. Pedalada a pedalada, quieren dar pasos para terminar con las "medidas de excepción" de la política penitenciaria. La marcha será un acto más para dar a conocer la dinámica a favor de los derechos de los presos, para presionar a las instituciones y para coger fuerza en la lucha de fondo en contra del alejamiento.
Han elegido el pueblo labortano por ser "modelo del compromiso de la sociedad civil". Allí, la sociedad civil dio el primer paso a favor del desarme de ETA. El viernes tomaron el camino hacia Germina, otro símbolo.
Hemos hablado con el portavoz Inaxio Oiartzabal sobre los retos del próximo curso político para la dinámica Orain Presoak.
En los últimos años, Luhuso se ha convertido en un símbolo de la paz, porque hizo posible el desarme de ETA. Gernika, en cambio, es un símbolo histórico de la paz. ¿Por qué habéis elegido estos dos pueblos este año?
Esta vez, queremos unir Luhuso y Gernika pedalada a pedalada, como dos símbolos de la paz y la convivencia en nuestro país. Luhuso fue un lugar necesario en la solución, pues ahí comenzaron los pasos necesarios en la solución. Gernika, históricamente, ha sido una referencia principal de la convivencia y la paz. En nuestra opinión, ahora, la sociedad está dispuesta a terminar con todos los sufrimientos, y por eso creemos que es el momento de la convivencia. Queremos unir estos dos puntos importantes para decir que es el tiempo de los presos y el momento de la gente.
Han pasado más de dos años desde el desarme de ETA. ¿Es suficiente tiempo para valorar cómo ha cambiado la situación. Aún la mayoría de los presos están a 600-1.000 kilómetros.
Ahora que han pasado dos años, el tema de los presos sigue siendo un problema principal. Es verdad que hemos logrado algunos cambios en Francia, y los contactos comenzados entre los representantes y el Gobierno tiene su desarrollo. En el Estado español, en cambio, diferentes voces han expresado su intención de cambiar esta política penitenciaria, pero todavía no ha llegado el momento de llevarlo a cabo. Desgraciadamente, aunque hemos visto algunos cambios pequeños, no ha habido cambios reales. Se han dado algunos acercamientos, junto con segundos grados, pero ha sido el caso de unos pocos presos, y tan solo los han acercado a 350 km. Hacemos una valoración bastante negativa, y aunque hemos dado muchos pasos positivos en la activación y el compromiso de la sociedad, en la práctica no ha habido aún un cambio sustancial.
La mayoría de los presos siguen alejados y en primer grado, y todavía está en pie el sufrimiento que ello conlleva. Por eso, en esta marcha ciclista medimos al Estado español que sea valiente y comience a dar paso al proceso de traer los presos a casa.
Dicen que el asunto de los presos compete a todos, y últimamente han conseguido hacer más grande esa red ciudadana. ¿Qué pueden hacer las instituciones de Euskal Herria?
Sí, hemos avanzado mucho en este camino en los últimos años. Esta sociedad ya está colaborando, y la convivencia se ha empezado a construir poco a poco, pero no será completa mientras continúe el problema de los presos. En nuestra opinión, las instituciones vascas tienen que trabajar juntas para poder solucionar este tema del todo. Es imprescindible que los grupos políticos y los agentes sindicales y sociales trabajen en la misma dirección. Tenemos que ayudar y hacer más fácil, entre todos, que los presos puedan hacer el camino que tomaron hace algunos años y que se acabe la política penitenciaria de excepción.
En los últimos años, hemos logrado un gran acuerdo en ese ámbito en Euskal Herria, y tenemos que seguir todos juntos para poder hacerlo realidad.
¿Qué hará Sare para que los derechos de los presos estén en la agenda política de España y Francia?
Desde Sare, seguiremos moviendo a la sociedad. Continuaremos organizando movilizaciones que nos nos den la opción de promover el trabajo en común y la participación de todos. Porque todos tenemos que ser parte de este camino, y para ello es imprescindible impulsar el trabajo entre todos.
Queremos ayudar a que los dos estados den pasos valientes, y queremos transmitirles la necesidad que tiene esta sociedad de que den esos pasos. Queremos mostrarles el apoyo que tienen en Euskal Herria para que avancen, más pronto que tarde.
¿Cómo afectan las negociaciones para formar el Gobierno de España al asunto de los derechos de los presos? ¿Cómo ve Sare el futuro próximo?
En nuestra opinión, las negociaciones de gobierno, como en otros ámbitos, también tienen su efecto en el tema de los presos. Está retrasándose demasiado la plasmación de esas opiniones mostradas hace tiempo, y en estas negociaciones se ha visto que no han dado más pasos. En nuestra opinión, los derechos, la solución y la convivencia deberían situarse fuera de unas negociaciones, pues son temas que necesitan que se plasmen de inmediato. Pero la realidad nos dice que esas negociaciones tienen efecto directo.
Creemos que hay una mayoría política que está a favor del cambio, tanto en la CAV como en España, y debería aprovecharse para avanzar en la normalización.