Manifestaciones
Miles de personas exigen en Bilbao y Baiona un cambio en la política penitenciaria
agencias | redacción
Convocados por Sare, han denunciado la muerte del preso Igor González Sola, con el lema “la política de excepción mata”.
Your browser doesn’t support HTML5 video
Euskaraz irakurri: Espetxe politika aldatzeko eskatu dute milaka lagunek Bilbon eta Baionan
Varios miles de personas se han manifestado este domingo en Bilbao y Baiona para denunciar la muerte del preso de ETA Igor González Sola y exigir que se cambie la actual política penitencia “de excepción y de venganza”, de la que han responsabilizado al Gobierno español.
La marcha de Bilbao ha partido de la plaza Moyúa donde está ubicada la sede de la Subdelegación del Gobierno español en Bizkaia y ha recorrido en tres hileras para intentar mantener las distancias de seguridad por el coronavirus el centro de la capital vizcaína hasta la Plaza Nueva, tras una pancarta con el lema “la política de excepción mata” y otra que reclamaba el acercamiento de los presos.
La manifestación estaba convocada por la red ciudadana Sare, a la que se han adherido otras organizaciones de apoyo a los presos, que han denunciado que González había sido “uno de los presos que más había sufrido la política de alejamiento” y han opinado que, si se le “hubiera aplicado la legislación ordinaria, respetando sus derechos, estaría vivo”.
El representante de Sare Inaxio Oiartzabal ha señalado que es una muestra del "fracaso de la política penitenciaria" y ha dicho que es hora de un cambio en la "legislación de excepción". En este sentido, ha animado a todos los agentes a trabajar en ese camino y a que todos se sumen a esa demanda.
Se han sumado a la movilización representantes de EH Bildu como Maddalen Iriarte, quien ha considerado que debe “acabar la política penitenciaria de venganza y violenta”, y trabajar para la salida de las cárceles de todos los presos vascos” con el objetivo de avanzar “en el camino de la convivencia”.
Desde Sortu, Arkaitz Rodríguez ha destacado que la de Igor González, “no ha sido una muerte natural, y hubiera sido perfectamente evitable porque había cumplido tres cuartas partes de su condena y estaba enfermo” por lo que debía estar en la calle, y por ello, ha responsabilizado de ese fallecimiento al Gobierno español y a todos los partidos que ayudan a mantener esa política penitenciaria.
Asimismo, líderes sindicales de ELA y de LAB han exigido un cambio al Gobierno que modifique el tratamiento que da a los presos de ETA “cruel e inhumano, que se ha llevado por delante la vida de Igor” .