Reforma laboral
El Gobierno cambia a los socios de investidura por Ciudadanos, pero necesita también a UPN y PDeCAT
Mikel Domínguez | EITB Media
La aritmética parlamentaria verá una nueva versión con la reforma laboral. Previsiblemente, el Gobierno de España cambiará a los socios de investidura por Ciudadanos, pero su apoyo no es suficiente. Depende del "sí" de navarristas y nacionalistas catalanes.
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El Gobierno de España se muestra confiado en que su reforma laboral, pactada previamente con la patronal y los sindicatos UGT y CCOO, saldrá adelante en el Congreso de los Diputados. Sin embargo, aún no tiene la mayoría simple asegurada, y dependerá de grupos minoritarios. Estas son las situaciones que podrán darse en la votación.
Además del PSOE (120 escaños) y Unidas Podemos (34, pues la silla de Alberto Rodríguez no está ocupada), que integran el Ejecutivo, también han asegurado su apoyo a la reforma laboral Más País-Equo y Compromís (3), Coalición Canaria-Partido Nacionalista Canario (1), Nueva Canarias (1), Partido Regionalista de Cantabria (1) y Teruel Existe (1).
En el otro lado, es seguro el voto en contra del PP (88), Vox (52), Foro Asturias (1) y Pablo Cambronero, diputado que fue elegido por Ciudadanos y actualmente integra el grupo mixto. JxCAT (4) también votará que no.
Los socios de investidura de Pedro Sánchez no están conformes con el texto firmado entre el Gobierno y los agentes sociales. Las fuerzas soberanistas de izquierdas exigen cambios que reviertan la reforma de Rajoy, pero las negociaciones parecen estancadas, y tanto EH Bildu (5), ERC (13) y BNG (1) como la CUP (2) votarán previsiblemente que no.
El PNV (5) pide, por su parte, que se asegure en el texto la prevalencia de los convenios autonómicos sobre los estatales. De no ser así, los jeltzales votarán que no.
Por ello, esta vez, con una ley de la envergadura de la reforma laboral, la aritmética parlamentaria cambiará. Ciudadanos (9) ha declarado que defenderá el texto pactado con los agentes sociales, siempre que se quede como está y no incluya cambios exigidos por las formaciones nacionalistas. Un pacto y eventual apoyo del PNV implicaría, por lo tanto, el "no" de los naranjas.
Sin embargo, al Gobierno no le basta el apoyo de la formación de Edmundo Bal. También necesita el voto favorable de UPN (2), que se ha mostrado satisfecho con el texto, y de PDeCAT (4), que lo ve con buenos ojos. El voto de ambos grupos no se conocerá hasta la votación.
Visto lo visto, esta es la única situación que llevaría a la aprobación de la reforma laboral. Además de a Cs, Sánchez y Díez necesitan a UPN y al PDeCAT.
Esto es así porque, como se ve en el siguiente gráfico, el voto a favor del PNV dejaría fuera a Ciudadanos. No basta solo con el apoyo de los jeltzales, ni aunque mantengan su sí UPN y el PDeCAT.
El Gobierno de España podría buscar una situación de mayor consenso con las fuerzas soberanistas de izquierda y los jeltzales. Sin embargo, esta situación es improbable, pues no parece que vaya a cambiarse el texto original.
Por último, el apoyo de EH Bildu, ERC y BNG sería suficiente para el Gobierno, que no necesitaría ni siquiera al PNV, pero sin cambios en la reforma original, esta posibilidad también queda descartada.