Elecciones en Francia
Macron y Le Pen inician la lucha por atraer a los votantes de los candidatos eliminados en primera vuelta
EFE | Eitb Media
Los dos candidatos a la presidencia francesa han dado el pistoletazo de salida a la campaña de la segunda vuelta. Los sondeos de intención de voto darían la victoria al actual presidente, aunque con un margen mucho menor que el logrado en 2017.
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Euskaraz irakurri: Macronek eta Le Penek hautagai kanporatuen boto-emaileak erakartzeko borrokari ekin diote
Emmanuel Macron y Marine Le Pen han lanzado ya la campaña para la segunda vuelta de las elecciones presidenciales francesas del 24 de abril, con una estrategia coincidente de intentar atraer a los votantes de los candidatos eliminados.
Macron se desplaza este lunes a varias ciudades del norte del país y mañana lo hace por el este, dos zonas que han sufrido un declive industrial en las últimas dos décadas y donde Le Pen fue la más votada, en un intento evidente por estar a pie de calle con los ciudadanos, ya que se le reprocha lejanía con la población. El presidente saliente también es entrevistado esta tarde en televisión, en una clara aceleración de su campaña, que fue muy criticada en la primera vuelta por tener muy pocos actos.
Mientras tanto, la ultraderechista Le Pen ha reunido por la mañana a su comité de campaña para preparar su estrategia para la segunda vuelta y ha programado para la tarde una visita a una explotación agrícola que no estaba prevista. Mañana ofrecerá una conferencia de prensa sobre "la democracia y el ejercicio del poder", además de varias entrevistas a la prensa.
El recuento de votos concluido hoy muestra que Macron, presidente saliente, habría obtenido 27,84 % de los votos, mientras que Le Pen habría logrado un 23,15 %. Ambos mejoraron sus registros de la primera vuelta de 2017, e incluso el presidente logró un margen ligeramente mayor.
Sondeos muy ajustados
Los sondeos de intención de voto divulgados hasta ahora coinciden en una victoria de Macron el día 24, pero por un margen mucho más estrecho que el contundente 66,1 % - 33,9 % de 2017. Ahora, la reelección del presidente sería por una diferencia de entre 2 y 8 puntos porcentuales, según cuatro institutos demoscópicos.
Tras conocer los resultados de la primera vuelta, los candidatos del arco político que va desde la derecha moderada hasta el comunismo hicieron llamamientos a votar a Macron, o al menos para no votar por Le Pen. Se trata de una nueva edición del llamado "frente republicano", como se llama en Francia al cordón sanitario para evitar que la ultraderecha llegue al poder en cualquier nivel de gobierno.
El hundimiento de las dos grandes formaciones tradicionales de centroderecha (Los Republicanos) y centroizquierda (Partido Socialista) hace que los dos aspirantes al Elíseo tengan que buscar votos entre electores más radicalizados o en la abstención, que fue la segunda más alta en una primera vuelta.
La politóloga Christèle Lagier, experta en elecciones y extrema derecha de la Universidad de Aviñón, considera, en declaraciones a EFE, "bastante complicado" que Le Pen pueda movilizar un número importante de nuevos votos, algo que solo podría hacer -y lo intuye "muy improbable"- entre los abstencionistas y en la parte "más volátil" del electorado del izquierdista Jean-Luc Mélenchon, que quedó en tercer lugar.
Para Lagier, la extrema derecha tiene un techo, pero su nivel depende de que las demás fuerzas políticas ofrezcan "alternativas creíbles" y no retomen en los términos de los ultras cuestiones como la inmigración y la seguridad.