Ley del Deporte
El Congreso da el primer paso para que las selecciones vascas de pelota y surf compitan a nivel internacional
EITB Media
El Pleno del Congreso ha aprobado el proyecto de Ley del Deporte, con 166 votos a favor, 157 en contra y 18 abstenciones, y el texto pasará ahora al Senado.
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El Pleno del Congreso de los Diputados ha dado luz verde a la nueva Ley del Deporte (la anterior era de 1990), con 166 votos a favor, 157 en contra y 18 abstenciones, con lo que abre la puerta a la participación de selecciones vascas de pelota o surf en competiciones oficiales de ámbito internacional, al ser consideradas modalidades "con arraigo histórico y social" en Euskadi. Ahora, continuará su tramitación en el Senado.
La Comisión de Cultura y Deporte debatió y aprobó la semana pasada una enmienda transaccional acordada por PNV y PSOE a través de la que, por primera vez, se reconoce la oficialidad de las selecciones vascas de algunos deportes.
En el resto de deportes se mantendrá la obligación de que las federaciones vascas se integren en la española para participar en competiciones internacionales. En los Juegos Olímpicos tampoco hay opción para las selecciones vascas, ya que sólo se reconocen estados reconocidos por Naciones Unidas.
Sin el consenso pretendido por el Gobierno español, el dictamen del texto ha salido adelante este jueves, con 166 votos a favor, 157 en contra y 18 abstenciones para su traslado al Senado, con mínimas variaciones, no de fondo, respecto al aprobado hace una semana en la Comisión.
La inclusión de la enmienda pactada por los grupos socialista y vasco hace días sobre las selecciones autonómicas ha acaparado el debate y condicionado el voto de los grupos. El diputado socialista Juan Luis Soto ha defendido "una ley innovadora, pionera", que sucederá a la norma que rige desde 1990.
El texto "reconoce el derecho a la práctica deportiva, declara el deporte como actividad esencial", con "novedades en gobernanza y transparencia, un nuevo modelo de justicia deportiva, abre canales para las aficiones y pone en valor la industria del deporte, que emplea a más de 400 000 personas y supone el 3 % del PIB".
Soto ha asegurado que "es la ley de la no discriminación, de la protección del colectivo LGTBI, la que saca tarjeta roja al racismo, a la intolerancia, la ley de la inclusión, de la igualdad, la que impulsa el estatuto del deportista, reconoce el derecho a la conciliación y a la lactancia y premios igualitarios para hombres y mujeres en las selecciones".
"Con esta ley, España no se rompe como lamentablemente hemos podido escuchar; todo lo contrario, el deporte se convierte en herramienta de cohesión social en nuestro país", ha dicho.
Javier Merino (PP) ha elogiado parte de la ley, por su impulso al deporte femenino, la protección de los menores, el blindaje a la práctica con animales, la mayor transparencia y códigos de buen gobierno, para "eliminar determinados comportamientos que abochornan todos los días", pero ha lamentado no poder apoyarla porque el Gobierno "haya roto la armonía parlamentaria".
Según ha dicho, la polémica por la retirada de enmiendas que enfadó la semana pasada a LaLiga fue "creada artificialmente desde La Moncloa", para "tapar" el asunto de las selecciones autonómicas: "El problema de las selecciones vascas estaba escrito desde el primer día, pero el Gobierno tenía miedo al ruido mediático".
"Había una gran oportunidad para sacar con un gran acuerdo la tercera ley de nuestra democracia, pero el deporte español está por encima de ustedes. Su honor, su historia, tiene nombres y apellidos que están por encima de sus concesiones a los nacionalistas vascos", ha dicho.
Posición de los grupos vascos
Durante el debate de la ley, el diputado del PNV, Joseba Agirretxea, ha destacado que el decreto que reconoce la oficialidad de las selecciones vascas de pelota y surf es "un primer paso, fundamental y necesario", aunque ha avisado de que "no será el último". "Hasta ahora era la nada, ahora entre el todo y la nada, tenemos algo", ha añadido. Además, ha sostenido que es "una pena que un país necesite obligar a alguien a competir", en referencia al imperativo que seguirá en vigor en el resto de modalidades.
A pesar del "ruido" generado, el dirigente jeltzale ha considerado que ante todo, es un derecho de los y las deportistas, que han celebrado el cambio. No obstante, en referencia a la ley en su conjunto, ha lamentado la "injerencia del Estado" en materia de deporte, ya que la Constitución dio competencias exclusivas a las comunidades autónomas. Sin embargo, se ha congratulado por que, con las enmiendas aprobadas o transaccionadas, se ha "mejorado y equilibrado" el texto.
En nombre de EH Bildu, su portavoz Mertxe Aizpurua ha adelantado que no van a dar su voto favorable a la norma, ya que a pesar de que "sea un paso y esté bien que haya caído uno de los candados que debía girar, no conviene llevarse a engaño". La diputada abertzale ha reivindicado que Euskal Herria es una nación y debe poder tener su selección, al tiempo que ha recordado que los deportistas "no son menores de edad" y que "no es aceptable no puedan elegir a qué bandera y a qué país quiere representar".
Según ha denunciado, esta ley seguirá "castigando a quienes no quieran competir con España", por lo que ha asegurado que su grupo continuará reivindicando la Euskal Selekzioa "lortu arte, hasta lograrlo".
Según el PNV, Junts ha tratado de "dinamitar" el acuerdo
La votación ha motivado un rifirrafe entre el PNV y Junts per Catalunya. La portavoz del grupo catalán, Pilar Calvo, se ha dirigido a los jeltzalez para lamentar que hubiera "usado el reglamento de la Cámara española para vetar el sueño del independentismo catalán", al rechazar la enmienda de Junts para generalizar la participación de las selecciones nacionales.
El PNV le ha contestado que Junts ha pretendido "dinamitar" el acuerdo entre jeltzales y socialistas para aceptar a algunas selecciones con "arraigo histórico".
"La propuesta de Junts per Catalunya que motiva el veto de EAJ-PNV a su tramitación se redacta modificando la literalidad de ese acuerdo y dinamitándolo, cuando esa misma cuestión va a ser sometida a votación a través de una enmienda de su propio grupo (enmienda 106 de Junts) y cuenta con el apoyo de EAJ-PNV", ha dicho el Grupo Vasco.
"Es aún más grave poner en riesgo un acuerdo que ha costado mucho conseguir para someter a votación una propuesta que no tiene posibilidades de salir adelante", ha añadido.