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Carta al Gobierno

Verificador del desarme del IRA dice que ETA fue altamente simbólica

Redacción

26/02/2014

El reverendo Harold Good cree que no fue un "acto intrascendente", sino una "declaración altamente simbólica de intenciones". Muestra su preocupación por la citación en la AN de los verificadores.

El reverendo Harold Good. Foto: EITB

El reverendo Harold Good, verificador del desarme del IRA junto al sacerdote Alec Reid, ha afirmado que el "decomiso" de armas de ETA hecho público el pasado viernes no fue un "acto intrascendente", sino una "declaración altamente simbólica de intenciones".

Good ha hecho estas consideraciones en una "carta abierta" al Gobierno de España que ha sido facilitada por Lokarri, organizador de las cumbres de Aiete y del Foro Social.

En su escrito, el reverendo Good muestra su "decepción" y "preocupación" por la citación en la Audiencia Nacional de los verificadores y por la respuesta "despectiva" del ministro de Interior, Jorge Fernández Díaz.

Tras reconocer que "al principio" le sorprendió y decepcionó la "pequeña cantidad" de armas que ETA puso "fuera de uso", señala que ese acto puede parecer un "gesto teatral" pero que "para una organización militar como ETA" es un "gran primer paso" que merece una "respuesta positiva" del Gobierno. ''Como en cualquier viaje, los primeros pasos son los más importantes y, a veces, los más difíciles'', añade.

"Para la dirección de ETA que se haga caso omiso a sus primeros pasos hace que sea mucho más difícil para ellos seguir con lo que sé realmente que quieren hacer, a saber, el decomiso total y verificable de todas sus armas", añade.

''La necesidad de una respuesta positiva a cualquier gesto positivo, sea alto el fuego o de otro tipo, fue una de las lecciones fundamentales de nuestra experiencia en Irlanda del Norte'', explica Good, quien encuentra ''muchos paralelismos'' entre la situación de Euskadi y la historia reciente de Irlanda del Norte.

El reverendo sostiene que sin "reciprocidad" por parte del Gobierno "este proceso va flaquear y fracasar", por que le reclama al Ejecutivo de España que "atienda seriamente las demandas en cuanto al trato y la repatriación de los presos" de ETA.

''En todo esto, soy muy consciente del daño y del dolor de las víctimas de la violencia de ETA. Sus voces deben ser escuchadas'', añade Harold Good.

''Soy plenamente consciente de que lo que estoy pidiendo puede implicar un riesgo político para un gobierno debidamente electo. Puede haber decepciones y chascos, arranques y paradas, de un lado o del otro. Estos son los riesgos que hay que tomar. Pero los riesgos de no hacerlo son probablemente mucho mayores que el riesgo de una positiva, aunque prudente, respuesta. Y lo más importante de todo, no consideren el hecho de 'hablar' como una rendición. En cualquier conflicto, en discordias domésticas o luchas políticas, no hay alternativa al diálogo'', concluye.