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Madrid

Intento de escrache a la vivienda del presidente del Congreso

Redacción

12/04/2013

La Policía ha impedido a los activistas antidesahucio llegar a la residencia familiar de Posada. El presidente del Congreso ha reiterado que todo tipo de coacción es una práctica antidemocrática.

El presidente del Congreso de los Diputados, Jesús Posada. EFE

Unas 150 personas han protagonizado la tarde de este viernes un intento de eschache a la vivienda particular del presidente del Congreso de los Diputados, Jesús Posada. La Policía ha impedido a los activistas antidesahucio llegar a la residencia familiar de Posada.

El acto fue convocado por la Plataforma Afectados por la Hipoteca (PAH) a las seis de la tarde en la confluencia de la calle Serrano con la calle Goya, dentro de la campaña de iniciativas para reclamar la dación en pago y el alquiler social.

En la zona, un dispositivo integrado por agentes de unos ocho furgones de la Policía Nacional, apoyados por efectivos de la Policía Municipal, vigilaba la concentración.

La marcha ha arrancado sobre las seis y cuarto de la tarde por la calle Goya, en pleno barrio de Salamanca, al grito de 'No se negocia la ILP' y a favor de la dación en pago y el alquiler social. Los organizadores del escrache no habían desvelado quién era el objetivo de su protesta.

Doble cordón policial

No obstante, a la altura del número 27 de la calle de Lagasca, los activistas antidesahucio se han topado con un cordón policial que les impedía seguir avanzando. Cuando han tratado de dar marcha atrás para proseguir por otro itinerario, se han encontrado con otro cordón policial.

El doble cordón policial ha dejado a los cerca de 150 activistas antidesahucio 'encajonados' en esa zona. Un portavoz de la Plataforma Afectados por la Hipoteca ha informado entonces que el objetivo era llegar a la casa del presidente del Congreso.

El presidente del Congreso, Jesús Posada, ha reiterado, tras el intento de escrache en su domicilio, que todo tipo de coacción, ya sea dirigida a políticos, periodistas o jueces, es una práctica antidemocrática.