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Euskobarómetro

Los vascos perciben la inmigración como un factor económico y laboral positivo

eitb.eus

La mejora de la coyuntura económica influye en las actitudes hacia la inmigración. El 70,6 % de la sociedad tiene posiciones manifiestamente abiertas hacia las personas refugiadas.

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Euskaraz irakurri: Immigrazioa ekonomiarako eta lan-merkaturako positiboa da, EAEko herritarren ustez

La sociedad de la Comunidad Autónoma Vasca percibe la inmigración como un "factor positivo para la economía y el mercado laboral", y la inmigración, como problema, ha descendido sensiblemente en el año 2018, pasando de ser un problema para el 12,6 % de los ciudadanos en 2017 a un 7,7 %.

Según el informe del Barómetro 2018 de Ikuspegi, que mide las actitudes hacia la inmigración extranjera de la sociedad vasca, los últimos resultados vienen a confirmar y consolidar una nueva fase en las actitudes hacia la inmigración, "que coincide con la recuperación de los indicadores macroeconómicos y con unas opiniones más optimistas y favorables hacia la inmigración de origen extranjero", ha dicho el director del observatorio, Gorka Moreno.

La mejora de la coyuntura económica influye en las actitudes hacia la inmigración y en el caso de la sociedad vasca una mayor certidumbre económica ha generado mayor confianza general. De hecho, el discurso "funcional o utilitario" sobre la inmigración dentro del mercado laboral toma fuerza para Gorka Moreno.

Según ha destacado el director de Política Familiar y Diversidad, Ernesto Sainz, "en pocas décadas, hemos pasado de ser una sociedad históricamente pobre y emigrante a otra moderna, rica e inmigrante. Y todo indica que lo vamos a seguir siendo, al menos a corto y medio plazo, lo que nos tiene que indicar que la inmigración extranjera ha llegado y seguirá llegando a Euskadi para quedarse".

El informe apunta también que se consolida una visión abierta y comprensiva hacia las personas refugiadas, un tema de gran impacto social y mediático en los últimos años. Un 29,8 % de los vascos cree que hay que acoger a las personas refugiadas sin ninguna restricción; y el porcentaje de aquellas personas que responden que hay que ofrecer asilo a aquellas personas que demuestran su condición de perseguidas, asciende hasta el 70,6 %, comparado con el 67,9 % de 2017.

Actitud ambivalente

No todo son actitudes comprensivas, pues según el estudio, la población vasca presenta también una actitud ambivalente ante la inmigración extranjera: en ella conviven los rasgos abiertos y tolerantes, con otros que denotan posturas más reacias.

Así, la sociedad vasca muestra un menor grado de simpatía hacia el colectivo magrebí, así como a otras procedencias como la rumana o la pakistaní, algo que aparece recurrentemente a lo largo de los años. "Unido a ello, la población vasca muestra desconfianza hacia el islam. En todo caso el grado de simpatía ha mejorado en el último año para todos los colectivos", ha aclarado Moreno.

"Los estereotipos más arraigados en la sociedad vasca, al igual que en años anteriores, son aquellos vinculados al mantenimiento del bienestar y al sistema de protección social; otros estereotipos como que la inmigración hace que la inseguridad aumente o que baje la calidad en las escuelas tienen un peso menor", ha manifestado.

 

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