Migración
Grecia planea descongestionar sus islas con traslados y deportaciones de migrantes
Agencias | Redacción
El Gobierno de Kyriakos Mitsotakis ha acelerado su plan para implantar una nueva política de migración, por la que los migrantes no podrán recurrir las solicitudes de asilo denegadas.
Euskaraz irakurri: Uharteak husteko migratzaileak lekualdatuko eta deportatuko ditu Greziak
El Gobierno de Grecia ha dado los primeros pasos de su nueva política de migración: menos congestión de los campamentos en las islas mediante más traslados al continente, pero sobre todo mediante más control marítimo y más deportaciones.
Ante la llegada repentina el jueves de más de medio millar de migrantes a Lesbos en menos de una hora, el Gobierno decidió acelerar los planes de una política que ya formaba parte del programa electoral del conservador Kyriakos Mitsotakis.
La medida tomada más urgente tiene carácter humanitario: reunificar a 116 menores no acompañados que se encuentran en las islas con sus familiares en otros países de la Unión Europea con los que ya se ha llegado a un acuerdo.
Según ha informado el Gobierno, en las próximas semanas serán trasladados otros 250 niños a estructuras de acogida en el territorio continental.
El protocolo firmado por la Unión Europea y Turquía en 2016 solo permite el traslado a la parte continental de refugiados cuya solicitud de asilo haya sido aceptada o que pertenecen a grupos vulnerables (mujeres, niños o enfermos), uno de los motivos que han llevado a la superpoblación de los campamentos en las islas.
El contexto en el que se han tomado las medidas es un repunte de llegadas en los últimos meses, acentuado en agosto, lo que hace temer una nueva crisis en esta parte del Mediterráneo.
El ministerio de Exteriores ha presentado una protesta formal ante el Gobierno de Ankara, al que ha emplazado a cumplir a rajatabla el protocolo firmado con la UE en 2016. Uno de los puntos de este acuerdo prevé que Turquía haga todo lo posible por evitar la llegada de refugiados a territorio comunitario.
Entre las medidas aprobadas figura una encaminada a acelerar las devoluciones a Turquía de personas a las que se les ha denegado el asilo político, una de las piezas clave del citado acuerdo.
De ahora en adelante, una denegación de la petición de asilo conducirá a la devolución inmediata de la persona en cuestión a su país de origen, sin opción de apelación.
También se ha acordado incrementar la vigilancia fronteriza en cooperación con Frontex, los socios europeos y la OTAN, y aumentar las patrullas policiales para detectar a migrantes cuyas solicitudes hayan sido rechazadas y expulsarles.
Migrantes hacinados en las islas
El aumento de las llegadas ha llevado a que en las islas griegas haya actualmente más de 20.000 personas repartidas en instalaciones diseñadas para albergar a 6.000.
El campamento más afectado es el de Moria, en Lesbos, donde se hacinan más de 10.000 personas, lo que triplica sus capacidades.
Las organizaciones humanitarias llevan años denunciando la situación de un campamento con condiciones de vida inhumanas, y han reprochado a Grecia no querer mejorarlas adrede, para evitar así que haya un efecto llamada.