VIOLADORES CONDENADOS
Los miembros de La Manada acusados del caso 'Pozoblanco' se acogen a no declarar
AGENCIAS | REDACCIÓN
La existencia de un vídeo en el que se les ve abusando de una jóven salió a la luz en septiembre de 2016, fruto de la investigación que se estaba desarrollando por la violación de Pamplona.
Your browser doesn’t support HTML5 video
Euskaraz irakurri: La Manadako lau kideek ez dute deklaratu nahi izan, 'Pozoblanco' auziagatik
Los cuatro miembros del grupo autodenominado La Manada acusados de la supuesta comisión de abusos sexuales y atentado contra la intimidad a una joven de 21 años en la localidad cordobesa de Pozoblanco se han acogido a su derecho a no declarar. Esos cuatro hombres ya fueron condenados por la violación de una joven de 18 años en los sanfermines de 2016.
Así lo han manifestado ante el juez del Juzgado de lo Penal número 1 de Cordoba, Luis Javier Santos, tras declararse "inocentes" de los hechos. Mientras, el togado ha acordado demorar hasta la sentencia su decisión sobre la nulidad o no del vídeo que grabaron los cuatro procesados sobre los hechos.
En su escrito de acusación, el fiscal imputa estos delitos a Alfonso Jesús Cabezuelo, José Ángel Prenda, Antonio Manuel Guerrero y Jesús Escudero, que ya han sido trasladados a la cárcel cordobesa de Alcolea para ser enjuiciados en una vista que se prolongará hasta el próximo jueves.
Precisamente, la investigación de este caso se inició a raíz de la agresión sexual de los sanfermines por el que fueron condenados a 15 años de prisión cada uno. Y es que en el curso de aquella investigación se localizó un vídeo que los acusados compartieron en un grupo de WhatsApp compuesto por una veintena de personas.
En dicho vídeo se ve a una joven cordobesa inconsciente en un coche, sentada en la parte de atrás entre Alfonso Jesús Cabezuelo y Jesús Escudero, mientras que el Antonio Manuel Guerrero y José Ángel Prenda van conduciendo y de copiloto. En las imágenes se ve que todos los acusados le realizan "diversos tocamientos de carácter sexual".
El relato del fiscal
Según el fiscal, los cuatro acusados acudieron en la noche del 1 de mayo de 2016 a la feria de la localidad de Torrecampo (Córdoba) y en una caseta coincidieron con la víctima, que estaba en compañía de unos amigos.
Durante la noche, los acusados y la víctima, que consumió diversas bebidas alcohólicas, entablaron conversación y cuando cerró la caseta, sobre las 07:15 horas, Alfonso Jesús Cabezuelo se ofreció a llevarla en coche a Pozoblanco.
La víctima, prosigue la Fiscalía, "cayó en un estado de profunda inconsciencia", sin que se haya podido determinar si fue debido al alcohol que ingirió o a que le dieron alguna sustancia estupefaciente, hasta el punto de no recordar lo sucedido.
En el coche, todos los acusados comenzaron a realizarle "diversos tocamientos de carácter sexual" y José Ángel Prenda, con el "concierto previo de todos ellos", grabó lo sucedido con el móvil propiedad de Antonio Manuel Guerrero "sin conocimiento ni consentimiento de la perjudicada".
Esas imágenes fueron enviadas, con el "ánimo de vejar y vulnerar la intimidad" de la joven, sobre las 07:45 horas desde ese móvil al chat llamado La Manada, en el que participaban los cuatro acusados y otras tres personas más.
Poco después, desde el teléfono de José Ángel Prenda, se envió el mismo archivo de vídeo al chat El Peligro, con una veintena de personas.
Una vez en Pozoblanco, tres de los acusados se bajaron del vehículo, mientras que Alfonso Jesús Cabezuelo, junto con la joven, continuó la marcha hasta llegar a un lugar no determinado.
Allí, el acusado detuvo el vehículo y dado que la chica ya había despertado, le dijo que "le hiciese una felación", a lo que ella se negó, por lo que Cabezuelo la golpeó en la cara, en el brazo y la empujó para que saliese del coche.
Esos archivos de vídeo salieron a la luz en septiembre de 2016, fruto de una investigación que se estaba desarrollando en Pamplona. Fue entonces cuando la víctima de Pozoblanco tuvo conocimiento de los mismos, lo que le provocó "estrés postraumático".
El fiscal pide tres años de prisión para cada uno de los cuatro acusados al considerarlos autores de un delito de abusos sexuales, así como otros cuatro años como supuestos autores de un delito contra la intimidad.
Para Cabezuelo el fiscal pide además dos meses de multa a razón de 12 euros día al considerarlo autor de un delito leve de lesiones.