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Hostelería

Los restaurantes de la CAV deben conservar un registro de comensales durante tres semanas

EITB MEDIA

Una actualización del protocolo del Departamento de Salud recoge que se deberá anotar la fecha y la hora del servicio y conservarlos durante tres semanas para facilitar el rastreo de los contactos en caso de producirse un brote.

Un establecimiento de hostelería. Foto: EFE.

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Los establecimientos de hostelería de Euskadi que ofrecen comidas y cenas deberán registrar los datos de contacto de al menos uno de los comensales de la mesa, según la última actualización del protocolo de medidas preventivas de aplicación frente a la covid-19.

Según recoge la actualización elaborado por el Departamento de Salud, se tendrá que anotar la fecha y la hora del servicio y conservarlos al menos durante tres semanas para facilitar el rastreo de los contactos en caso de producirse un brote. Además, se deberán entregar los listados a las autoridades sanitarias en caso de que estas se lo requieran.

En el documento se recuerda que el riesgo de transmisión en interiores es "claramente" superior al de exteriores. Así, se insiste en la importancia del lavado de manos a menudo, en la desinfección y la limpieza de las superficies y en la obligatoriedad de usar la mascarilla dentro, salvo en el momento de la ingesta de bebida y de comida.

En terrazas subraya que también hay que llevarla puesta cuando no se pueda mantener la distancia mínima de 1,5 metros entre personas, excepto entre convivientes. Asimismo, se desaconseja "expresamente" fumar en las terrazas.

En el documento se recogen los aforos autorizados y los horarios de apertura y cierre permitidos en este momento. Además, se señala la imposibilidad de consumir en barra y de pie, y el límite máximo de seis comensales por mesa, salvo convivientes.

Los locales tendrán que exponer al público su aforo máximo y contar con un procedimiento que permita el recuento y el control de personas, para no superarlo en ningún momento.

En cuanto a la limpieza, deben facilitar soluciones hidroalcohólicas y reforzar la desinfección. En la medida de lo posible tienen que evitar el uso de dinero en efectivo y la vajilla debe lavarse en lavavajillas o en túneles de lavado a una temperatura de entre 60 y 90 grados.

Cada cambio de clientela el protocolo mantiene la limpieza de mesas y sillas y de cualquier otra superficie de contacto y la desinfección frecuente de la barra, donde los alimentos deben estar protegidos de cualquier fuente de contaminación. Queda prohibido el autoservicio en barra por parte de los clientes.

Los hosteleros deben procurar que la ventilación sea cruzada si es natural, para lo que se abrirán ventanas y puertas de paredes opuestas. Si fuese forzada, se debe maximizar la entrada de aire exterior y evitar la recirculación del aire. Para comprobar que es adecuada se recomienda el uso de medidores de CO2.

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