El servicio de atención a víctimas de violencia machista ha recibido 838 llamadas en los últimos tres meses

El informe del segundo trimestre de 2021 del Servicio de Información y Atención a Mujeres Víctimas de Violencia Doméstica o Por Razón Sexo (SATEVI) confirma que las llamadas de víctimas de violencia machista se han incrementado en el segundo trimestre de 2021. Durante estos seis meses, en la Comunidad Autónoma Vasca se han registrado 838 llamadas de 623 personas, 68 más que en el mismo trimestre de 2020 y 127 más que en 2019.

En los primeros siete meses de este año, desde enero (114 llamadas) a julio (221 llamadas), las demandas han llegado a duplicarse. Las cifras comenzaron a dispararse en marzo (238, frente a las 170 de febrero) y se han mantenido durante los próximos tres meses.

Las profesionales que atienden a las víctimas atribuyen el aumento de las llamadas, entre otros posibles motivos, a la emisión del documental Rocío, contar la verdad para seguir viva en Telecinco. Según estas mismas fuentes, la entrevista seriada a Rocío Carrasco, ofrecida en abierto y en horario de prime time, causó un "indudable impacto social en la sensibilización sobre la violencia machista".

Idioma, nacionalidad y edad

Según los datos del SATEVI, la inmensa mayoría de llamadas han utilizado el español como idioma, aunque también se ha empleado el euskera. En menor medida, han escuchado testimonios en árabe, en portugués y —por primera vez— en chino.

En el 72,63 % de los casos, tanto la víctima como el agresor son de la CAV, en tanto que un 10,49 % son de origen extranjero. En un porcentaje del 9,46 % la violencia la genera un hombre de nacionalidad española contra una mujer de nacionalidad extranjera.

El mayor porcentaje de mujeres cuya edad se conoce corresponde a víctimas con edades entre los 41 y 50 años (31,10 %), seguido de mujeres de entre 31 y 40 años (20,49 %). Después, el grupo de entre 51 y 60 años (16,61 %). El grupo de más de 60 años, con un 16,25 %, experimenta un aumento importante en comparación con el segundo trimestre del año anterior (11,34 % en 2020). Las víctimas correspondientes al colectivo de menores de edad aparece con un 1,06 %.

Estado civil, empleo y descendencia

De entre los datos que se conocen, el porcentaje mayor (36,06 %) corresponde a solteras, seguido de un 26,85 % de mujeres casadas. Las divorciadas suponen el 15,35 %, mientras que las mujeres en trámites de separación o divorcio suman el 8,44 % y las separadas el 9,46 %.

Así, el mayor volumen de mujeres víctimas está soltera, separada o divorciada, lo que significa que habían roto la relación con el maltratador. A pesar de ello, la violencia seguía teniendo presencia, así como sus consecuencias.

En lo que se refiere al empleo, el mayor porcentaje (56,76 %) representa a mujeres trabajadoras. Un 12,94 % de las usuarias ni trabajan fuera de casa ni tienen ningún tipo de prestación económica o ayuda social. Un 8,82 % son mujeres paradas con ayuda social. A estas les siguen mujeres jubiladas o pensionistas con un 12,35 %. Un 4,12% estaban paradas con alguna prestación por desempleo y un 3,8 2% son estudiantes. Un 1,18% de las mujeres trabajan en la economía sumergida.

Más de la mitad (57,92 %) del total de las víctimas atendidas tienen menores de edad a su cargo. El 42,08 % restante no tiene menores a su cargo o tiene descendencia mayor de edad.

Agresiones extendidas en el tiempo

El 32,80 % de mujeres que han pedido ayuda al SATEVI llevan más de 10 años sufriendo diversos episodios de violencia machista. Le sigue un 35,05 % de mujeres que sufren malos tratos durante entre uno y cuatro años.

En la gran mayoría de los casos, los cónyuges, las parejas (hombres) y las ex parejas son los agresores de las mujeres que solicitan auxilio. Más concretamente, el 34,76 % de las agresiones las han llevado a cabo las ex parejas de las víctimas y el 22,50 % los cónyuges.

Después de la llamada

Según aclara el informe de Agintzari, en más de la mitad de los casos de este segundo trimestre de 2021 no se ha realizado una deriva específica de las denuncias telefónicas.

Profesionales del servicio explican que "ante la disyuntiva de perder la relación con estas mujeres si sienten que se les orienta hacia un servicio donde creen que pierden su espacio de seguridad, y ante el riesgo de que no se movilicen por su propia iniciativa, es preferible una relación "telefónica" que permita mantener el contacto con ellas y acompañarlas en su proceso a su propio ritmo".

Aún así, en un 45,82 % de los casos se ha derivado la llamada a los servicios jurídicos, específicamente a los Servicios de Asistencia a las Víctimas (SAV). Además, el 16,01 % de los casos han pasado a manos de los Servicios Sociales. En un menor porcentaje, un 5,65 %, las denuncias de las víctimas han sido derivadas a los servicios policiales.