Consumo
Las tecnológicas intentan salvar el "Black Friday" frente a la crisis de microchips
Agencias | EITB Media
La dependencia hacia la producción de semiconductores de Asia ha provocado una situación sin precedentes. Las compañías Intel y TMSC han anunciado que construirán fábricas en EE. UU. Por otro lado, la Unión Europea pretende concentrar un 20 % de la producción mundial.
Euskaraz irakurri: Teknologia enpresak "Black Friday"-ari aurre egin nahian, mikrotxipen krisiaren aurrean
Con el Black Friday y la campaña navideña todavía más cerca, las empresas de aparatos tecnológicos afrontan de manera desigual la crisis de suministro de microchips. La pandemia redujo la producción de semiconductores, y la demanda de productos tecnológicos han generado su escasez.
Las grandes tecnológicas y las cadenas de distribución se han acopiado de stock antes de las próximas campañas para evitar el desabastecimiento de productos. Sin embargo, algunas empresas afrontan el desabastecimiento sin solución aparente. "No va a haber disponibilidad de todos los productos para poder elegir", advierte Lenovo. Otras se presentan más optimistas, y no prevén que la falta de componentes afecte demasiado a la campaña del Black Friday.
Buscando soluciones
La alta dependencia hacia Asia y China ha provocado una situación no vista con anterioridad. El abastecimiento de chips o semiconductores se ha basado geográficamente en ese continente. Durante los últimos 30 años, ha permitido innovación, productividad y ahorro, según un estudio de la Semiconductor Industry Association (SIA) junto con el Boston Consulting Group (BCG). Sin embargo, la crisis de microchips presenta riesgos que podrían afectar a su producción y estudio.
El aumento de la demanda provocado por la pandemia y los problemas de transporte (falta de contenedores, encarecimiento de fletes, precio del combustible) han agravado aún más la crisis de suministro. Aunque los fabricantes se comprometan a producir más semiconductores que nunca, es difícil responder a tal demanda a nivel mundial.
Poner en marcha plantas de producción de chips es un proceso que requiere tiempo, en parte por la complejidad de la tecnología empleada. Según Matt Murphy, CEO de la desarrolladora de chips Marvell Technology, si la crisis sigue su curso, habrá "un período doloroso" hasta finales de 2022; la industria no se activará hasta 2023 y 2024, en su opinión.
Por consiguiente, países y empresas han presentado planes para ser más independientes de la producción asiática. La Unión Europea, en su estrategia 20-30, pretende conseguir "una soberanía tecnológica", concentrando el 20 % de la producción de semiconductores.
EE. UU. parece ser la meta de las compañías productoras de chips más importantes. Intel ha anunciado una inversión de 20 000 millones de dólares en dos fábricas en Arizona; la TMSC (Taiwan Semiconductor Manufacturer Co.) también construirá allí una planta de 12 millones, además de invertir 100 billones durante los próximos tres años para incrementar su capacidad de producción.