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Juicio en Gipuzkoa

Los compañeros de trabajo de la mujer violada en Beasain: "La encontramos hundida y con la cara destrozada"

AGENCIAS | EITB MEDIA

Los compañeros de trabajo de la mujer que fue agredida sexualmente el 13 de julio de 2019 en Beasain por el presunto violador en serie de Gipuzkoa han declarado en la segunda jornada del juicio que se desarrolla en Audiencia Provincial de Gipuzkoa.

Una sesión del juicio por la violación ocurrida en Beasain en 2019. Foto: EFE

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"Me encontré a una chica destrozada, con la cara destrozada, descalza, hundida". Con estas palabras ha descrito el jefe de la joven violada el 13 de julio en 2019 en Beasain la situación en la que halló a la víctima cuando acudió a su domicilio para auxiliarla junto a otros compañeros de trabajo.

La víctima, que trabajaba en una panadería, no se había presentado aquella madrugada a su puesto de trabajo, donde fichaba a diario entre las 02:30 y las 03:00 y al que no había faltado nunca, lo que resultó extraño a sus compañeros, varios de los cuales han declarado este martes en la segunda sesión del juicio que se sigue en San Sebastián contra el autor de la violación, que se enfrena a una petición de 24 años de cárcel y que está procesado también por otros cinco casos similares, cometidos en distintos puntos de Gipuzkoa entre 2012 y 2019.

Sobre las 03:15 de aquel día, extrañados por la demora de la víctima, uno de los trabajadores comenzó a llamar insistentemente a la chica quien tardó en cogerle el móvil. Para entonces, la joven ya había sido víctima de una brutal violación tras ser abordada en el rellano de su piso por un desconocido que le colocó un trapo impregnado de cloroformo en la cara y, tras introducirla sin conocimiento de nuevo en la vivienda, la agredió sexualmente.

La víctima recordó ayer cómo recobró el sentido al escuchar aquella llamada, pero cómo estaba aturdida y tenía la cara "hinchada", el compañero que estaba al otro lado de la línea no entendió sus peticiones de ayuda, si bien después se puso al teléfono otra compañera, al igual que ella de nacionalidad rumana, a la que contó lo sucedido en su propio idioma.

Los trabajadores avisaron entonces al jefe del negocio y los tres se desplazaron al domicilio de la joven donde, según ha relatado en la vista de hoy el jefe de todos ellos, se encontraron a una chica "destrozada", sentada en el pasillo, "descalza" y con la cara también "destrozada" (por las quemaduras del cloroformo), quien les explicó que había sido violada con respuestas muy "cortitas" porque aún estaba "aturdida".

En el piso había restos de sangre, unas zapatillas y otros objetos tirados, ha rememorado este hombre, quien ha aclarado que tras la agresión la joven no se ha recuperado y no ha podido reintegrarse al trabajo "porque no está bien". "Era una chica de mucho carácter y ahora vive asustada", ha resumido.

La compañera de nacionalidad rumana que habló por teléfono con la víctima y que luego también acudió al domicilio ha comentado, que cuando llegó a la vivienda su amiga estaba llorando en el suelo, mientras se preguntaba "por qué" le había sucedido aquello, aunque no hablaba "claro", se le veía "indispuesta" y había vomitado "mucho".

"Había sangre, estaba destrozada, lloraba y tenía la cara muy mal", ha descrito esta mujer, quien ha precisado que seguidamente llamaron a la Ertzaintza que acudió en tan solo "cinco o diez minutos" y "se hizo cargo de todo".

Está previsto que el juicio, en el que el acusado, que se encuentra procesado por otros cinco presuntos delitos de índole sexual cometidos en otros puntos de Gipuzkoa, continúe mañana con la declaración de varios peritos y agentes de la Ertzaintza.

  

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