Compromiso con los afectados
El Gobierno creará un censo de posibles casos de bebés robados
Redacción
El Ministerio de Justicia facilitará la obtención de datos del Registro Civil, nacimientos y fallecimientos de bebés en los últimos 50 años, y Sanidad recabará información de los centros sanitarios.
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El Gobierno ha anunciado que creará un censo de posibles casos de niños robados y desarrollará un grupo de trabajo coordinado por Justicia, en elque participarán también Interior, Sanidad y la Fiscalía General delEstado, dentro de las medidas que ha comprometido ante las asociaciones de afectados.
Los titulares de esos tres ministerios, Alberto Ruiz-Gallardón, Jorge Fernández Díaz y Ana Mato, y el fiscal general del Estado, Eduardo Torres-Dulce, se han reunido con representantes de las asociaciones de afectados.
El Ministerio de Justicia ha informado en un comunicado de que asumirá las medidas necesarias para facilitar la obtención de datos del Registro Civil, como nacimientos y posibles fallecimientos de recién nacidos en los últimos 50 años, mientras que Sanidad, previa autorización, recabará información de los centros sanitarios y pedirá para ello la colaboración de los servicios autonómicos de salud.
Sor María no ha declarado
Por su parte, la religiosa María Gómez Valbuena, sor María, la primera imputada en la causa de los niños robados se ha acogido hoy a su derecho a no declarar ante el juez de Madrid que investiga el caso y ha abandonado los juzgados, escoltada por varios policías, sin hacer declaraciones a los periodistas.
La monja, que ha comparecido ante el titular del Juzgado de Instrucción número 47 de Madrid, Adolfo Carretero, que instruye la denuncia de una mujer que asegura que la religiosa le arrebató a su hija en 1982 en una clínica madrileña, no ha podido evitar sin embargo la gran nube de fotógrafos y cámaras que la esperaban a la salida.
Sin embargo, esta tarde, la religiosa ha enviado una carta abierta a la opinión pública, en la que "repugna" la separación bajo amenazas de un recién nacido de su madre.
"Me repugna en lo más hondo de mi ser, considero inadmisible e injustificable en ninguna circunstancia y jamás he tenido conocimiento de la separación de un recién nacido de su madre biológica, realizada bajo coacciones y amenazas", señala la religiosa en la carta.
Tras explicar que ha dedicado toda su "larga vida" a ayudar a los más necesitados de manera desinteresada y en cumplimiento de sus profundas convicciones religiosas, la monja, que acaba de cumplir 87 años, traslada su agradecimiento "de corazón" a todas las personas e instituciones que la han apoyado con muestras de afecto, respeto y consideración.