ALARMA SANITARIA
Félix Zubia: "La viruela del mono ha creado alarma, pero esto no provocará una pandemia"
EIDER JAUREGI OIARTZABAL | EITB MEDIA
El jefe de UCI del Hospital Donostia achaca la dimensión que ha adquirido este asunto al temor o recelo que ha dejado en la sociedad la pandemia del coronavirus, pero tiene claro que tiene más de "revuelo" que de riesgo real.
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Euskaraz irakurri: Felix Zubia: "Zalaparta sortu da tximino baztangaren inguruan, baina honek ez du pandemia bat sortuko"
Mientras la pandemia del coronavirus parece discurrir hacia una situación de cierto control, otro virus ha acaparado los infomativos y las conversaciones esta semana. Se han detectado cerca de 80 casos de viruela del mono en el mundo, fuera de África, el país de origen del virus, y en el imaginario mental colectivo se ha desatado, en cierta medida, el fantasma de otra pandemia. Hoy, preguntado por la posibilidad real de que esto ocurra, el jefe de servicio de la Unidad de Cuidados Intensivos del Hospital Donostia, Félix Zubia, ha querido dar un claro mensaje de tranquilidad en Euskadi Irratia: "No me preocupa, eso no ocurrirá".
Zubia cree que con lo que hemos vivido con el covid-19, estamos "más sensibles" y opina que "se ha montado un revuelo que, en realidad, no debería. Este es un problema de Salud Pública, algo de lo que debe preocuparnos a los trabajadores sanitarios y a los que cuidan de la salud pública de la ciudadanía", pero no es como para dar la voz de alarma: "Hay que informar a la población, sí, pero esto no va a generar una pandemia, esto no va a generar un montón de casos, se puede controlar y si no se hace, será señal de que las cosas se habrán hecho mal ".
"Antes de la pandemia ya nos llegaban este tipo de alarmas y después también nos llegarán" explica el médico intensivista. De hecho, "cuando una enfermedad sale de su entorno y aparecen más casos de los habituales, las autoridades sanitarias están obligadas a dar este tipo de indicaciones y los profesionales sanitarios debemos estar atentos, pero esa es la dimensión".
Zubia ha contado que no conocía la enfermedad y que esta semana ha aprendido sobre ella: "La viruela mono no es propiamente una nueva aparición de la viruela, son dos dolencias distintas. Esto es una zoonosis, es un virus que vive en roedores (ratas, ratones similares...). Es endémico en algunas zonas de África, donde se mantiene en los roedores. Cuando se entra en contacto con estos animales llega a las personas y la enfermedad que produce tiene similitud con la viruela, por las ampollas que produce en la piel, de ahí su nombre, pero también hay otras dolencias, que nosotros llamamos enfermedades exantematosas, que afectan a la piel. La viruela símica provoca fiebre, malestar y dolor lumbar o muscular, así como esa erupción que la caracteriza. Se extiende de pies a cabeza, empieza por arriba y va hacia abajo. Se forman unas ampollas, luego revientan y emanan líquido, se secan y se cura, y esa es la evolución de la enfermedad. La particularidad que tiene es que estas ampollas aparecen también bajo las palmas de la manos y los pies, algo que no ocurre con otras enfermedades de la piel. No es grave, normalmente sólo afecta a la piel y no pasa al interior del cuerpo. Solo los que tienen problemas de inmunidad correrían algún riesgo, en ausencia de defensas, si el cuerpo no es capaz de controlar el virus".
Además de que la enfermedad no es grave, el jefe de la UCI de Donostia cree que es fácilmente controlable, aplicando los protocolos de Salud Pública: "La transmisión de persona a persona es bastante difícil, hace falta una relación estrecha. El contagio se produce sobre todo al tocar estas lesiones, ese líquido que sale cuando se vacían las ampollas es el que tiene más virus. También se puede contagiar a través de las relaciones sexuales. Para hacer las cosas bien, hay que aislar a estas personas y es muy importante hacer un seguimiento a su entorno y a todas las personas con las que han tenido contacto ".
"¿Por qué ha surgido la alarma en este caso? Porque los casos han aparecido sin acertar a realizar un correcto seguimiento a la cadena de contagios. Los casos suelen aparecer en África y el tema es que esta vez han aparecido casos sin origen en África y se desconoce cómo ha sido la cadena de transmisión. Esa ignorancia es la que ha generado la alarma. Sabemos que aparecerán más casos, pero conociendo las características de la enfermedad, aislando a estas personas y controlando los contactos por Salud Pública, el control de la dolencia debería ser relativamente sencillo ".
En caso de contagio, Zubia ha explicado, hay que esperar a que la enfermedad curse de la manera habitual y finalice de forma espontánea, ya que no hay cura: "De momento no se conoce ningún tratamiento y ningún otro medio para cortarlo. Sin embargo, conociendo su forma de transmisión, que no se contagia a través del agua, ni del aire, y que la transmisión a través de objetos dura muy poco tiempo... sería relativamente fácil de controlar".
Por ello, ha vuelto a hacer un llamamiento a la calma y no ha considerado oportuno bombardear a la sociedad con excesiva información: "La contabilización de los casos tiene más de alarmismo que importancia real. Evidentemente, todos deberíamos saber cómo es esta enfermedad y si alguien tiene síntomas similares debería acudir al médico. Nosotros tenemos la obligación de reportar si vemos algún caso. Se toman muestras y se analiza para confirmar el caso y si es así, se hace un seguimiento al paciente y a su entorno para ver si hay más casos, pero yo creo que, por un lado, la gente tiene derecho a la privacidad y, en segundo lugar, decir públicamente que son 30, 32 o 40 casos no nos lleva a ninguna parte ".