Alarde de Hondarribia
Oihana Etxebarrieta (Jaizkibel): "El pueblo quiere un cambio, y hay que responder a ese reclamo"
Eider Garaikoetxea O. | EITB Media
Este año se cumplen 25 años de la creación de la compañía igualitaria en la que las mujeres desfilan como escopeteras. Hablamos con su capitana, horas antes de la cita, de lo pasado y de los cambios que, afirman, se palpan en la localidad guipuzcoana.
Euskaraz irakurri: Oihana Etxebarrieta (Jaizkibel): "Herria aldaketa gosez dago, horri erantzun behar zaio"
Faltan pocas horas para el Alarde de Hondarribia, y aunque confiesa estar "a tope', la capitana de la compañía Jaizkibel, Oihana Etxebarrieta Legrand (Hondarribia, 1987), hace un hueco para hablar con eitb.eus. Son ya 25 años de la creación de esta compañía mixta e igualitaria. Etxebarrieta afirma llegar al aniversario con un "sabor agridulce" en la boca: amargo, al comprobar que "aún no se han cumplido los objetivos por los que se creó"; dulce, porque "año tras año ven que se está extendiendo una visión de normalidad" sobre esta compañía. Nos explica que, durante el parón impuesto por la pandemia, han surguido nuevas voces a favor de la participación de las mujeres en el alarde —entre ellos el movimiento Guztion Alardea— y que 64 mujeres ajenas a Jaizkibel han pedido participar de manera igualitaria, pese a que su petición ha sido finalmente denegada por la Fundación Alardea. En opinión de Etxebarrieta eso demuestra el origen del conflicto: "El problema no es Jaizkibel. El problema no eran las que fundaron la compañía hace 25 años, ni tampoco las personas que ahora la formamos. El problema son las mujeres, vengan de dónde vengan". Ante ello, pide "valentía" al Ayuntamiento de Hondarribia y al resto de instituciones. "Las vecinas y los vecinos de Hondarribia ya están siendo valientes, están demostrando que quieren que esto acabe de una vez por todas", subraya.
Jaizkibel cumple 25 años. ¿Qué valoración hacéis? ¿Esperábais llegar a la veintena en esta lucha?
La valoración ha de ser agridulce. Aún es muy amarga porque no hemos logrado los objetivos por los que se creó la compañía. Todavía no estamos en una situación igualitaria. Por otra parte, también hacemos una valoración positiva o dulce porque la compañía es cada vez más grande, a día de hoy somos la más numerosa. Lo hemos visto en los ensayos: cada vez más gente los apoya, y creo que en el pueblo se está extendiendo una visión mas normalizada de nosotros. La gente nos percibe como una compañía más y eso es motivo de celebración. Todo esto nos sitúa más cerca de nuestros objetivos.
Supongo que las personas que crearon Jaizkibel no pensaban que esta situación se alargaría más de un año. Aquellas que, hace 26 años, intentaron introducirse en el desfile no imaginaban que llegaríamos a este punto. Además, después de los años tan duros que hemos pasado, poder estar celebrando y que la juventud nos apoye, también es algo que no imaginábamos. Creo que ese punto de inconsciencia, en el buen sentido, nos ha traído hasta aquí. Considero que podemos estar muy orgullosas y contentas del camino recorrido, de lo que somos y de lo que vamos a lograr.
Espero que no pase un año más sin alarde igualitario. Para ello es imprescindible que tras el trabajo y los nervios del 8 de septiembre, a partir del 9 de septiembre comencemos a reunirnos todas esas personas que tenemos voluntad de trabajo y colaboración. Si queremos la solución está en nuestras manos, hay que iniciarlo.
Como en años anteriores, habéis enviado una carta dirigida a los y las hondarribiarras ¿Cuál ha sido el mensaje que habéis querido trasladar? ¿Cuál ha sido la respuesta que habéis recibido en la calle?
Queríamos que nuestra voz fuera escuchada, porque a veces tenemos dificultades siquiera para ser escuchadas. Para nosotras es muy importante señalar que cuando decimos "las mujeres en el alarde", hablamos de una fiesta de todas y todos, una fiesta que garantiza el derecho a decidir de todas y todos. No imponemos quién debe estar dónde. Al contrario, lo que decimos es que cada una puede estar donde quiera y que todas las opciones son positivas. Todas las opciones son buenas si se deciden desde la libertad. Lo que no puede ser es que el que alguien esté en un sitio impida a otra su derecho a desfilar. La otra idea que queremos dejar clara es que somos un agente para el diálogo y la solución y que tenemos ganas para iniciar el cambio.
En general, se nos acerca cada vez más gente para decirnos que se les ha caído un mito. Y es que ha habido una especie de falso relato de lo sucedido, en el que Jaizkibel supuestamente ha dicho o hecho cosas que no eran ciertas. Cuando hemos hecho público de dónde venimos, quiénes somos y qué queremos, y cuando la gente ha leído y ha oído con tranquilidad, se ha dado cuenta de que las cosas no eran como las habían contado.
Creo que los ensayos son muy buen termómetro de la realidad. Ahí vemos que chavales de otras compañías del Alarde se nos acercan, vemos que gente de otras compañías se queda a ver nuestro desfile, apenas nos han dado la espalda al pasar por la calle San Pedro.... Esa es la temperatura y creo que hay que agarrarse a eso, y sobre todo deberían hacerlo quienes tienen algo que hacer y decir en todo esto. De ahí el llamamiento que hacemos a las instituciones, les decimos: "Mirad, el pueblo está cambiando, quiere un cambio y la solución está a la vuelta de la esquina si es que se quiere. Ya es hora de actuar con valentía". Creemos que cada vez se necesita menos valentía porque los hondarribiarras ya están siendo valientes y están demostrando que quieren que todo esto acabe de una vez por todas. Quieren una fiesta, un alarde que sea paritario, que sea de todas y todos.
Decís que la gente se está moviendo, pero, en cambio, que el Ayuntamiento está enrocado.
Sin duda. Nosotras dijimos que la pandemia podía ser un buen momento para hablar con tranquilidad. Como no había alarde, podía ayudar a rebajar la tensión y que podía terciarse un momento para hablar entre todas, para reflexionar y marcar el camino. No se ha aprovechado. Además, durante este tiempo se han creado nuevos proyectos, han surgido nuevas voces... La gente comienza a dar la cara en pos de la solución y ya no es solo Jaizkibel quien reclama la paridad; ya son muchos habitantes, algunos ajenos a nuestra compañía y sobre todo jóvenes que piden un cambio.
Las cuadrillas de jóvenes de Hondarribia están formadas por integrantes de diferentes compañías y viven con total normalidad el que uno de sus miembros sea de Pasteleros, la otra de Gora Gazteak y otra de Jaizkibel. Viven conjuntamente el día a día, el 8 de septiembre, la juerga y el día de cuadrillas (6 de septiembre). Están acostumbrados y lo viven con normalidad. ¿Acaso no les vamos a dar ese paso que falta? ¿Acaso no vamos a brindarles un alarde en el que, sin segregación, cada una pueda estar en la compañía que quiera y celebrarlo entre todas y todos? ¿No es el Ayuntamiento capaz de eso? Creo es que hora, y de la mano de la juventud, aquellos que tienen más poder tengan valentía y ganas de trabajar, en vez de mirar a otro lado.
Este año 64 mujeres han solicitado a la Fundación Alardea y al Ayuntamiento de Hondarribia el poder participar en el desfile. La Fundación les ha negado la oportunidad, y el Ayuntamiento ni siquiera ha contestado. El problema es que aquí tenemos un consistorio que no responde, que demuestra falta de capacidad para dar paso a las peticiones de las hondarribiarras. Esto lo que demuestra es que el problema son las mujeres, no Jaizkibel. El problema no eran aquellas que crearon Jaizkibel hace 25 años, ni tampoco las personas que hoy formamos la compañía. El problema son las mujeres, vengan de dónde vengan. Eso demuestra que estamos en una situación de discriminación. Incluso entrando en excusas, podrían decir que hace 25 años la sociedad no estaba preparada. Pues, quizás, podría ser. Pero ahora, 25 años después, no son capaces de hacer algo diferente.
Lo de esas jóvenes también ha sido un proceso. Cuando surgieron ni siquiera pedían participar, solo querían soluciones y diálogo. Nadie les respondió. ¿Qué tenemos que hacer ante un ayuntamiento que no es capaz de dialogar? Ya no es algo que pida Jaizkibel, es algo que pide el pueblo. Esa institución que nos representa a todas y todos debería responder a esa petición. No se puede menospreciar esa foto, como tampoco se puede dar la espalda a Jaizkibel y hacer como si no existiera.
El tema de la fundación Alarde es otra cuestión. La organización del alarde público, de nuestra fiesta, se dejó en manos privadas. Está en manos de unos pocos el poder de decisión. Fue un error histórico, ya que la organización de una fiesta de todas y todos debería corresponder al Ayuntamiento.
Visto lo visto en los ensayos y teniendo en cuenta los cambios de los últimos años, ¿qué previsión tenéis para el Alarde?
Esperamos que sea parecido al de 2019: una compañía muy grande, con gran apoyo social, que desfile por la calle principal y por el resto de calles de Hondarribia en ambiente festivo. En 2019 pudimos participar con tranquilidad y libertad, esperamos lo mismo para este año.