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sin desgastar el suelo

Euskadi probará una "tirolina" para sacar la madera del bosque

agencias | eitb media

Mediante este sistema, el barro no llegaría a las captaciones y se preservaría el agua limpia. Además, el cable permite tener pistas forestales cada 200 metros.

Pista de rodadura en un bosque de Legazpi, que refleja la tala tradicional. Foto: EFE

Euskaraz irakurri: "Tirolina" bat probatuko dute Euskadin, lehen aldiz, egurra basotik ateratzeko

Euskadi probará el año que viene un cable aéreo, similar a una "tirolina", que permite sacar los árboles cortados del bosque por el aire sin desgastar el suelo, ha explicado a la agencia EFE Ander Arias, del proyecto Life Urbaso para la gestión del agua, financiado por la Unión Europea.

Arias ha estado en Cataluña, donde utilizan este cable en el Pirineo para extraer pinos, y espera firmar próximamente un convenio con el Centro Tecnológico y Forestal de Catalunya (CTFC), para probarlo en Euskadi.

Actualmente, para cortar y sacar los árboles del bosque se usa una procesadora con un cabezal con motosierra, que derrama y descorteza el árbol.

El problema es que para que el brazo de la procesadora llegue hasta el tronco hace falta abrir muchas pistas y accesos con maquinaria pesada, a lo que se suma la erosión al arrastrar los troncos por el suelo.

En cambio, el cable aéreo engancha el árbol, lo levanta y permite sacarlo del bosque hasta la pista más cercana, de tal manera que ni las máquinas ni el tronco tocan el suelo, y por lo tanto este no se degrada.

Ander Arias, del proyecto Life Urbaso para la gestión del agua. Foto: EFE

Arias detalla que en Austria, donde ya se utiliza, el cable permite tener pistas forestales cada 200 metros, con alcantarillado, con el agua bien gestionada, en vez de construir pistas cada 10 o 20 metros como es necesario con el sistema tradicional para poder llegar cerca del árbol.

Otra de las ventajas del cable es que es portátil -de hecho, el equipo cabe en el camión con la procesadora-, por lo que se puede instalar donde se quiera.

Al proyecto Life Urbaso, de Neiker, le interesa el sistema porque al no arrastrar el árbol y no pisar con maquinaria pesada se conserva el suelo, la hojarasca, con lo que se evita la erosión.

Con la tala tradicional se erosiona el suelo y, al llover, la tierra se hace "chocolate" que acaba en las captaciones de agua potable, que se colmatan. Usando el cable, este barro no llegaría a las captaciones y se preservaría el agua limpia, el objetivo del proyecto Life Urbaso.

Ander Arias quiere probar el cable en una zona de alta pendiente, donde el suelo se va aún más fácilmente tras la extracción de madera. "Aramaio o algunas zonas escarpadas de Bizkaia podrían ser buenos candidatos" para la prueba.