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Cárceles

Euskadi tendrá módulos para presos de primer grado en marzo de 2024

EITB Media

El Gobierno Vasco se ha comprometido a disponer de un módulo de régimen cerrado en una o varias de las tres prisiones, aunque aún no está decidido en cuántas. El Ararteko pidió al Gobierno Vasco que crease módulos para estos presos en un informe hecho público la pasada semana.

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Euskaraz irakurri: Euskadik lehen graduko presoentzako moduluak izango ditu 2024ko martxoan

Euskadi contará con módulos de régimen cerrado para presos de primer grado antes del 31 de marzo del 2024, según han anunciado fuentes del Departamento de Justicia del Gobierno Vasco.

Así, el Ejecutivo de la CAV se ha comprometido a disponer de un módulo de régimen cerrado en una o varias de las tres prisiones, aunque aún no está decidido en cuántas.

Según los últimos datos de febrero de 2023 del Departamento de Justicia, de las 1620 personas reclusas que hay en las cárceles de Álava, Bizkaia y Gipuzkoa, 452 están en tercer grado, 871 en segundo y únicamente dos en primer grado. Mientras, otros 295 reos están sin clasificar. 192 presos son preventivos y 1428 ya condenados.

En un informe hecho público la pasada semana, el Ararteko pedía al Gobierno Vasco que crease módulos para presos de primer grado, donde se interna a los peligrosos, porque las tres cárceles de la Comunidad Autónoma Vasca carecen de estos módulos y se les traslada a prisiones de fuera de Euskadi, lo que "perjudica su reinserción".

Euskadi recibió la competencia sobre las prisiones en el 2021, y fuentes del Departamento de Justicia han explicado que las tres cárceles no tenían entonces ni tienen módulos de primer grado, de manera que se trata de una situación "heredada".

Lo que hacía Instituciones Penitenciaras antes del traspaso con los internos de primer grado era llevarlos a cárceles de fuera de Euskadi que sí dispusieran de estos módulos de régimen cerrado, como la palentina de Dueñas.

Ahora, desde el traspaso, también se les traslada fuera de la CAV, hasta que se les levanta el primer grado y, si el interno tiene arraigo en Euskadi, vuelve al País Vasco.

Otra solución que se adopta es que permanezcan en prisiones de Euskadi, pero endureciendo las condiciones para asemejarlas a un primer grado, más estricto.

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