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LEGISLACIÓN

Cambios en las residencias vascas para ofrecer habitaciones más grandes y una atención "más personalizada"

EITB MEDIA

El nuevo decreto afectará a 450 residencias de Araba/Álava, Bizkaia y Gipuzkoa, que dispondrán de seis años para llevar a cabo estas reformas, y los centros serán evaluados de forma integral cada tres años.

Una residencia vasca. Foto de archivo: EFE

Euskaraz irakurri: Aldaketak egingo dituzte EAEko erresidentzietan, logela handiagoak eta arreta pertsonalizatuagoa eskaintzeko

El Gobierno Vasco está ultimando la modificación del decreto de residencias que introduce cambios en la regulación del sector, endureciendo algunos requisitos que las residencias deben cumplir para ofrecer "una atención más personalizada". Entre otros aspectos, se proponen mejoras en las instalaciones, que tienen que ver con el tamaño de habitaciones, baños individuales o pasamanos.

En concreto, el borrador del decreto recoge aumentar el personal de atención directa en un 15 % y limita el número de plazas en los nuevos centros residenciales a un máximo de 150 usuarios. Asimismo, las residencias se organizarán en módulos de atención de 25 plazas máximo por módulo, para crear un entorno familiar, y los centros deberán contar con personal asignado a cada módulo para fomentar las relaciones de confianza con los residentes.

En cualquier caso, en el borrador se distingue entre nuevos centros y centros existentes para evitar la implicación de que los actuales deben respetar este límite de plazas.

En este sentido, para que la atención sea más personalizada no descarta la contratación de auxiliar cuando falte personal de enfermería aunque se deberá acreditar cada 6 meses que se ha hecho un esfuerzo para contratar personal sanitarios según los perfiles establecidos. A su vez, con el objetivo de fomentar un ecosistema de atención personalizada, se quiere fomentar la participación entre usuarios, familias, profesionales y también el entorno local.      

Este borrador también contempla garantizar los derechos y la dignidad de las personas en el proceso final de su vida, mejorando la regulación relativa a los cuidados paliativos y el final de vida, que incluye la estructuración de la coordinación sociosanitaria, la necesidad de un Plan de Cuidados Paliativos y espacios de formación en la materia.

Estos son los principales cambios que recoge el nuevo decreto de residencias, cuenta ya con el visto bueno de Nerea Melgosa, consejera de Igualdad, Justicia y Politicas Sociales, y deberá pasar por el Consejo de Gobierno antes de su aprobación, si bien todavía no hay fecha prevista. El nuevo decreto afectará a 450 residencias de Araba/Álava, Bizkaia y Gipuzkoa, que dispondrán de seis años para llevar a cabo estas reformas, y los centros serán evaluados de forma integral cada tres años.

El objetivo es reafirmar el modelo de atención centrado en la persona y en los familiares del residente y sus relaciones. Además, los centros residenciales son definidos como centros de alta intensidad, con la presencia permanente de personal cuidador, servicio médico y de enfermería, y apoyo de un equipo multidisciplinar.