Navarra
Un herido por asta en el encierro de Tafalla y otro en el Pilón de Falces
Agencias | EITB MEDIA
En otro incidente, dos vacas que se escaparon en Murchante han corneado este sábado a dos personas en la localidad navarra.
Euskaraz irakurri: Adarkatu bat Tafallako entzierroan eta beste bat Faltzesko Piloiaren jaitsieran
Un mozo de 21 años y vecino de Pamplona ha resultado herido por asta de toro en el muslo en el último encierro de Tafalla y a la misma hora en el Pilón de Falces otro mozo ha sido corneado. Ambos han sido trasladados al Hospital Universitario de Navarra.
La ganadería portuguesa Toros del Sobral ha protagonizado un peligroso encierro en Tafalla, donde un toro negro se ha adelantado a sus hermanos para abrir la carrera desde la primera recta. Al llegar a la curva de la farola, el toro negro ha barrido el recorrido para que el resto de la manada solo tuviera que pasearse por la curva, aunque el último toro jabonero ha estado a punto de llevarse por delante a un mozo que se bajaba del vallado tras correr delante del primero toro.
Más adelante es donde se han producido las heridas de mayor importancia. Además del herido por asta, que ha sido trasladado al Hospital Universitario de Navarra, se ha atendido a varios mozos con golpes, uno de ellos en el cuello, otro en el codo y dos tirones musculares.
En Falces, en su octavo y último encierro de las fiestas, el ganado del falcesino Teodoro Vergara ha generado máxima expectación. Sus reses han protagonizado un encierro accidentado con una cornada en la cadera derecha a un mozo cerca de la Fuente de los Pajaricos. El corredor, al que han bajado en camilla, ha sido trasladado al Hospital Universitario de Navarra.
Pánico en Murchante
En otro incidente, dos vacas se escaparon en la tarde de este sábado en la localidad navarra de Murchante y en la huida cornearon a dos personas. Los animales generaron momentos de pánico en el pueblo hasta que una vaca fue cercada en una granja de la localidad y posteriormente introducida en un camión y a la otra se le disparó un dardo anestesiante por parte de un veterinario.
Además de las personas que sufrieron cornadas se atendió a otras que presentaban heridas más leves.