Agresión sexual y coacciones
Luis Rubiales implica a Jorge Vilda: "Me dijo que habló con el hermano de Jenni Hermoso, un tío razonable"
Agencias | EITB Media
El expresidente de la RFEF declaró el pasado 15 de septiembre ante el juez de la Audiencia Nacional que lo investiga por delitos de agresión sexual y coacciones. Su declaración ha sido publicada parcialmente este miércoles.
Euskaraz irakurri: Rubialesek Vilda inplikatu du: "Esan zidan Jenniren nebarekin hitz egin zuela, zentzuzko tipoa delako"
El expresidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) Luis Rubiales declaró ante el juez que fue el exseleccionador femenino Jorge Vilda quien decidió acudir al hermano de Jenni Hermoso para que hablase con ella tras el escándalo del beso del Mundial de Australia, porque "es un tío razonable".
"Yo no sabía ni que el hermano venía en el avión. Yo me enteré después porque Jorge Vilda, que venía sentado detrás mía me dijo: 'Vengo de hablar con el hermano de Jenni, que es un tío razonable y tal, y va a hablar con ella (sic)", declaró Rubiales el pasado 15 de septiembre ante el juez de la Audiencia Nacional que lo investiga por delitos de agresión sexual y coacciones.
En su declaración, publicada parcialmente por El Español, Rubiales acusa a Jenni Hermoso de mentir e insiste en que el beso, que califica de "anécdota", fue consentido, y en que él nunca la presionó para justificarlo públicamente.
Rubiales, que justificó aquel episodio en la "efusividad" y "espontaneidad" de la celebración de la victoria -"es como cuando te toca la lotería, se acaba la guerra en Ucrania o se gana un Mundial", apuntó que desde "la Federación, de gabinete de Presidencia, de Comunicación", le aconsejaron explicar lo ocurrido públicamente y le dijeron que "sería fantástico" si Jenni aparecía también con él.
El expresidente de la RFEF relató que pidió a Jenni salir a dar explicaciones -"acabamos con esto, que esto me va a hacer mucho daño", dijo-, si bien la jugadora se negó porque ya había hecho declaraciones al respecto. "Le dije: oye, mis hijas están aquí, están sufriendo. Podemos acabar ya con esto", señaló Rubiales.
Rubiales insistió en que fue una "celebración totalmente extraordinaria", que preguntó a Jenni antes del beso y que hubo "consentimiento": "Si es que la pregunté antes, cómo no la voy a respetar. Y ella se fue muerta de risa y dándome dos cachetes en el costado y riéndose y demás (sic)".