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Gipuzkoa

Detenido un matrimonio de Zerain que elaboraba queso Idiazabal acusado de explotar a sus trabajadores

EITB MEDIA

La Diputación Foral de Gipuzkoa asegura que "este tipo de situaciones son absolutamente injustificables y no representan la realidad del sector del queso, ni del primer sector en general".

Quesería 'Aranburu'. Foto obtenida de un vídeo de EITB MEDIA

Euskaraz irakurri: Zerainen Idiazabal gazta egiten zuten senar-emazteak atxilotu dituzte, langileak esplotatzea egotzita

La Policía Nacional ha detenido a un matrimonio, propietario de un caserío de Zerain donde se elabora queso Idiazabal, por explotar a sus trabajadores. a quienes mantenían en situación irregular y sin contrato. Los empleados cobraban 300 o 400 euros al mes por jornadas laborales de siete días semanales. Tras declarar ante el juez, el matrimonio ha quedado en libertad.

Xabier Arruti, diputado foral de Equilibrio Territorial Verde, ha afirmado que "este tipo de situaciones son absolutamente injustificables y no representan la realidad del sector del queso, ni del primer sector en general".

En la misma nota el presidente de la Denominación de Origen del Queso Idiazabal, Felix Ajuria, ha apuntado que "la defensa de la sostenibilidad del sector, también social, incluye condiciones dignas y legales de trabajo, tanto para los titulares de ganaderías y queserías como para sus empleados".

Según ha informado la Policía Nacional en un comunicado, la investigación comenzó el pasado 29 de mayo como consecuencia de una solicitud de la Inspección Provincial de Trabajo y Seguridad Social de Gipuzkoa en relación a un caserío de Zerain donde se elabora queso 'Aranburu', bajo la denominación de origen Idiazabal.

Tras las pesquisas previas, los investigadores averiguaron que los trabajadores se dedicaban al cuidado y limpieza de un rebaño de ovejas latxas, amparado por la denominación de origen Idiazabal. En el momento de la inspección, los policías encontraron a cuatro trabajadores, tres de ellos en situación irregular que carecían de contrato de trabajo y no estaban afiliados a la Seguridad Social.

Según las declaraciones de los empleados, las jornadas laborales eran de siete días a la semana sin posibilidad de descanso, incluso cuando estaban enfermos, y percibían por ellas un salario de entre 300 y 400 euros al mes, "dependiendo de la voluntad de los dueños".

La Policía Nacional detuvo el pasado 5 de junio al matrimonio propietario del caserío que pasó a disposición del Juzgado de Instrucción de Guardia de Tolosa (Gipuzkoa).