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Panamá

La Policía panameña habría detenido a un sospechoso de matar a Eneritz Argintxona, según medios del país

EITB Media

Por el momento, la información no ha sido confirmada ni por la Policía ni por el Ministerio Público de Panamá. La autopsia ha determinado que la mujer vizcaína de 30 años murió a causa de un traumatismo craneoencefálico, y las autoridades investigan lo ocurrido como homicidio.

Un vehículo de la Policía de Panamá. Imagen obtenida de un vídeo de EITB

Euskaraz irakurri: Eneritz Argintxonaren hilketari lotuta Panamako Poliziak gizon bat atxilotu duela dio bertako hedabide batek

Las autoridades de Panamá continúan investigando como homicidio la muerte de Eneritz Argintxona, mujer originaria de Erandio de 30 años que, según la autopsia, murió a consecuencia de un traumatismo craneoencefálico la semana pasada en isla Carenero.

De momento, las autoridades del país centroamericano no han confirmado haber detenido a ninguna persona en relación al caso, aunque el diario Critica de Panamá afirma que la Policía Nacional de Panamá habría detenido este pasado martes a un hombre sospechoso de matar a la mujer vizcaína. El citado medio también señala que tras asesinarla le habría robado sus pertenencias.

Hasta el momento, las autoridades de Panamá han confirmado que han podido ubicar "algunas de las pertenencias de la víctima e igualmente indicios sobre los posibles autores". Así las cosas, el Ministerio Público ha iniciado las diligencias de campo para "dar con el o los responsables de este hecho".

Al parecer, han encontrado objetos personales de la víctima, pero siguen buscando la mochila y el teléfono móvil de la víctima, que no han aparecido aún.

Eneritz Argintxona fue vista por última vez el 24 de julio, y, tras dos días sin tener noticias de ella, el viernes la familia de la mujer denunció su desaparición. El 26 de julio fue hallado el cuerpo a orillas de una playa de isla Carenero.

El departamento de homicidios de la Policía de Panamá se hizo cargo de la investigación y solicitó realizar las pruebas de ADN, ya que, debido al avanzado estado de descomposición, resultaba imposible su identificación. Finalmente, tras cotejar el ADN de la madre con los restos humanos encontrados se pudo confirmar que se trataba de Eneritz Argintxona. 

Según ha podido saber EITB, la mujer se encontraba trabajando de cooperante en Costa Rica, y pasaba unos días en Panamá. Estaba alojada en un hostal de la isla Carenero, en el archipiélago de Bocas del Toro.