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Tráfico

Jornada de Operación Retorno, con la A-1 (Armiñón) y la AP-8 (Biriatu) como puntos críticos

EITB Media

El dispositivo especial de tráfico está activo desde el viernes. El Gobierno Vasco tiene habilitado un dispositivo de señalización especial para aliviar el tráfico en el nudo de Armiñón a la salida de la antigua AP-1, sentido Vitoria-Gasteiz.

Peaje de Zarautz. EITB Media.

Euskaraz irakurri: Armiñonen (A-1) eta Biriatun (AP-8) izan daitezke arazoak Itzulera Operazioan

Miles de personas se disponen a apurar las últimas horas de sus vacaciones e iniciar su regreso a casa y serán muchos los que pasen por las carreteras de la red viaria vasca, sobre todo, aquellos que se dirijan hacia Europa. 

Biriatu fue el punto con mayores complicaciones el viernes, ya que se registraron retenciones de hasta 10 kilómetros. Las situación podría repetirse hoy, y la circulación puede verse afectada, además, por las fuertes lluvias que se esperan para esta tarde. De hecho, Euskalmet y Aemet han activado la alerta naranja por riesgo de precipitaciones y tormentas.  

Por ese motivo, y como es habitual, la Dirección de Tráfico del Gobierno Vasco tiene activo desde el viernes el dispositivo especial de tráfico dentro de la Operación Retorno. Los puntos más conflictivos serán el nudo de Armiñón (Álava), en la confluencia de la A-1 con la AP-1, y en la AP-8, en la muga con Iparralde.

En el primero, está habilitado desde el pasado fin de semana, un dispositivo de señalización especial para aliviar el tráfico en esa zona de Álava, y ceder uno de los tres carriles de la A-1 a los vehículos que se incorporen de forma masiva desde la AP-1.

En Gipuzkoa, el tránsito internacional de retorno podría generar colas en la AP-8, en el entorno del peaje de Biriatu (Lapurdi).

Según las estimaciones realizadas por Tráfico en junio, se preveía que más de dos millones de vehículos atravesasen Euskadi durante la Operación Especial Verano (Salida y Retorno).

Un total de 550 agentes de las Unidades de Tráfico de la Ertzaintza velarán por la seguridad y la fluidez de vehículos en la carretera, además de facilitar información in situ de la situación de la misma. Un helicóptero, que enviará imágenes al Centro de Gestión de Tráfico de Euskadi, realizará labores de soporte para dicho control.