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DÍA DEL EUSKERA

La acogida lingüística, la clave para atraer al euskera nuevas personas aliadas

IDOIA ALBERDI ETXANIZ | EITB MEDIA

Las instituciones y las organizaciones fijan su mirada en una adecuada acogida lingüística para que cada vez más personas se unan al euskera; y es que la nueva realidad sociodemográfica presenta una coyuntura real para hacer ver el idioma como una oportunidad.

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El 3 de diciembre es, desde que se declarara hace hoy 75 años, el día para reivindicar el euskera, desde el euskera. Este día nació para decir al mundo que había una comunidad que hablaba en euskera, para que las y los euskaldunes se reafirmaran como tales, y para pedir por que se trabajara por la revitalización del euskera. Desde entonces, si bien es cierto que el idioma en sí ha recorrido un fructífero camino, no es menos cierto que la reivindicación puede ser transferible, tal cual, al presente año 2024. 

Sube el conocimiento y sube el uso. El camino no ha sido fácil, pero el euskera ha llegado a donde está conquistando nuevos y variados espacios. Basta echar la mirada atrás para ver que, sí, la lengua está mejor que en el pasado. Sin embargo, la amenaza de la recesión está cobrando fuerza. El terreno sobre el que trabajar ha cambiado mucho, y el reto ahora es ir moldeándose a las nuevas situaciones que traen la globalización, la digitalización y las nuevas realidades sociodemográficas

El escenario exige realizar una acogida lingüística de calidad a las personas que llegan diariamente al territorio del euskera, para que perciban el idioma como una oportunidad para la integración. Así lo percibió la actriz y creadora Laura Penagos (Suesca, Colombia, 1983) cuando emprendió el camino desde su Colombia natal a Pamplona, hace ahora 16 años. "Cautivada" por la sonoridad del euskera, se apuntó al euskaltegi, "me parecía la mejor forma de ser parte de esta sociedad". Hoy en día, le cuesta autodenominarse migrante: "Nací en Colombia, pero también soy euskaldun". 

Admite que, cuando llegó, echó de menos una adecuada acogida lingüística. Emprendió el camino hacia el euskera por su cuenta y por iniciativa propia, y en ese camino ha ido encontrando refugios, y en ello sigue, "buscando cada día oportunidades para hablar en euskera". Hoy en día vive en Bilbao, nos habla de que, en espacios tan extensos, las personas que, como ella, han venido de fuera, tienen dificultades para acercarse al euskera. "Si no tienes referentes claros, para las personas recién llegadas no es fácil llegar al euskera". 

Ahora que los planes de revitalización lingüística ponen el foco en los recién llegados, y dejando claro que ella quiere ser "parte activa del proceso", admite que le preocupa el hecho de que "se pueda dejar toda la carga y la responsabilidad sobre las personas recién llegadas". Cree que liderar el proceso "social y político" corresponde a las instituciones y los movimientos populares, y participar en él "es responsabilidad de todos y todas". No niega que en ocasiones ha percibido signos de "racismo" respecto a este tema. 

La actriz colombiana se despide de la entrevista con eitb.eus agradecida por las oportunidades que le ha brindado el euskera y las puertas que le ha abierto: "Aprender euskera está siendo un maravilloso proceso de aprendizaje, un regalo. Me ha abierto una nueva puerta desde la que mirar al mundo". 

Es precisamente ahí, en hacer percibir el euskera como oportunidad, donde reside la "clave" de la cuestión, según Idurre Eskisabel, secretaria general de Euskalgintzaren Kontseilua, y ahí reside también el empeño del movimiento a favor el euskera y las instituciones: en poner el euskera en el centro de los planes de acogida, con el fin de activar herramientas adecuadas que atraigan a los nuevos y las nuevas ciudadanas al euskera. 

En opinión de la dirigente de Kontseilua, el reto que supone el movimiento sociodemográfico debe verse como una oportunidad para "atraer nuevos aliados y aliadas al euskera", y no como "un problema". El objetivo, "ser un pueblo que acoge, y que el euskera sea el eje de los planes de acogida"; el primer paso, "acercarnos y escuchar a los que llegan", añade. 

Hace ya unos años que los expertos situaron al euskera en una encrucijada. Ahora hablan de la necesidad de dar el salto y de emergencia lingüística. ¿Qué significa esto? Eskisabel nos da la respuesta: "La emergencia lingüística significa que la tendencia ascendente del euskera de las últimas décadas ha entrado en recesión y corremos el riesgo de comenzar a retroceder. Tenemos datos que sostienen esta afirmación. Pero, la emergencia no significa muerte ni resignación. Significa que, tras el diagnóstico, el idioma necesita herramientas que lo sanen y lo dirijan por la buena senda".

Convencida de que la comunidad del euskera tiene el "músculo y compromiso" necesario, Euskalgintzaren Kontseilua espera que el 2025 sea el año en que la recesión cambie de dirección y se convierta en impulso. "Estamos a tiempo", ha zanjado. 

 

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