Claves
Manual para seguir el cónclave
A. A.
11/03/2013
El proceso de elección del nuevo papa se prolongará hasta que un candidato consiga dos tercios de los votos de los 115 cardenales que participan. eitb.com seguirá el cónclave en directo.
Tras la renuncia del papa Benedicto XVI, el cónclave para elegir al sucesor del papa emérito comienza este martes, pero no se sabe cuándo acabará. El cónclave dura todo el tiempo que sea necesario. Aún así, hay establecidos periodos de descanso y coloquio si no se alcanza el acuerdo tras el quinto día, el séptimo por la tarde o el noveno también por la tarde. Eitb.com seguirá el cónclave en directo.
En el cuerpo electoral que nombrará al nuevo papa, la Iglesia italiana será la más representada. Entre los 115 cardenales que tomarán parte esta vez en las votaciones hay 28 italianos, 11 africanos y 33 americanos, entre otros. Por tanto, para ser elegido papa serán necesarios 77 votos.
Odilo Pedro Scherer (Brasil, 63 años), Peter Turkson (Ghana, 64 años), Angelo Scola ( Italia, 71 años), Cristoph Schoenborn (Austria, 67 años) y Mauro Piacenza (Italia, 69 años) son los favoritos para ser el nuevo papa.
El primer día por la mañana tiene lugar la misa Pro eligendo ponticifem (para la elección del Pontífice) que se celebra antes de que los cardenales se encierren en cónclave para elegir al nuevo papa. En esta ocasión, la misa se celebrará a las 10:00 en la basílica de San Pedro, está abierta a todos los fieles y la oficiará el cardenal decano, Angelo Sodano.
Concluidas las letanías y una vez que cada uno ha ocupado su asiento cantarán el Veni Creator Spiritus, himno de invocación al Espíritu Santo.
Después se producirá el juramento de los cardenales. Cuando el último de los cardenales electores haya prestado el juramento, el maestro de Ceremonias Litúrgicas Pontificias dirá Extra Omnes (Fuera todos), y todos los que no participan en el cónclave deberán salir de la Capilla Sixtina y cerrar las puertas. Los guardias suizos custodiarán a partir de entonces la Capilla.
A partir de ese momento se puede proceder a la primera votación, la única que se produce el primer día, o aplazarla para el día siguiente.
Durante el cónclave, los participantes tienen prohibido todo contacto con el mundo exterior y nadie no autorizado puede acercarse a los cardenales o hablar con ellos mientras dura el cónclave.
Votaciones
El proceso de votación del cónclave se divide en tres partes: preescrutinio, escrutinio y postescrutinio.
Preescrutinio
Se llevan a cabo cuatro votaciones al día, dos en la sesión de la mañana y dos en la de la tarde. Antes de cada una de esas sesiones, el cardenal diácono extrae por sorteo los nombres de tres escrutadores, tres enfermeros y tres revisores. Se distribuyen a los electores dos papeletas con la frase Eligo in Summum Pontificem (Elijo como Sumo Pontífice), y debajo un espacio en blanco para que escriban el nombre del elegido.
Cada cardenal debe doblar dos veces su papeleta de voto y, por orden de procedencia, debe llevarla hasta el altar donde están los escrutadores y en el que se ha colocado la urna.
Testor Christuum Dominum, qui me iudicaturus est, me eum eligere, quiam secundum Deum iudico eligi debere (Pongo por testigo a Cristo Señor, el cual me juzgará, que doy mi voto a quien, en presencia de Dios, creo que debe ser elegido), es el juramento que deberá pronunciar cada cardenal.
Postescrutinio
Los tres cardenales escrutadores son los encargados de contabilizar, delante de todos los electores, de contar los votos recogidos. Si el número de votos no cuadra con el de votantes, se queman las papeletas y repite la votación. A continuación, los supervisores deben revisar el procedimiento.
Fumata negra o blanca
Tras cada sesión de escrutinio, las papeletas de voto y las notas de los escrutadores se queman en una estufa.
Si el resultado de las votaciones ha sido negativo, los papeles se queman junto con paja húmeda, lo que produce un humo negro. Si de la elección ha salido elegido un candidato, y éste ha aceptado la responsabilidad, los papeles se queman usando paja seca, lo que da lugar a un humo de color blanco. Es la señal que anuncia al mundo la elección de un nuevo papa.
E en algunas ocasiones el sistema de la paja ha dado lugar a cierta confusión, cuando el humo tomaba un color grisáceo. Ahora, y para eliminar este inconveniente, se utilizarán dos estufas: una para quemar las papeletas y otra para mostrar al mundo, de manera indudable, el color negro o blanco del humo.
Aceptación del nuevo papa
Una vez producida la elección canónica, el último de los cardenales diáconos llama a la Capilla Sixtina al secretario del Colegio Cardenalicio, al maestro de celebraciones litúrgicas y a dos ceremonieros.
Si el candidato electo da el consentimiento, se le pregunta entonces: Quo nomine vis vocari (¿Con qué nombre deseas ser conocido?). El ya Papa indica entonces el nombre que ha escogido con estas palabras: Vocabor N. (Me llamaré N.)
A partir del momento de la aceptación, el elegido pasa a ser obispo de Roma, papa y cabeza del Colegio Episcopal.
Anuncio
Tras haber aceptado su elección, el nuevo papa es conducido por el camarlengo y el maestro de las celebraciones pontificias a la sacristía de la Capilla más conocida como la "Sala de las lágrimas", porque al parecer todos los elegidos han llorado en ese lugar al asumir la responsabilidad que conlleva su cargo. En la sala se encuentran tres maniquíes con sotanas blancas de diversos tamaños, que la sastrería romana Gammarelli se encarga de confeccionar desde el siglo XVIII. Asimismo, también hay un barbero por si el papa necesita un afeitado antes de presentarse ante el pueblo.
Tras la manifestación del respeto de los cardenales, el cardenal protodiácono Jean Louis Tauran se asomará al balcón de la basílica de San Pedro y anunciará al pueblo la elección del nuevo pontífice con estas palabras: Annuntio vobis gaudium magnum; habemus papam: eminentissimun ac reverendissimum dominum, dominum... sanctae romanae ecclesiae cardinalem... qui sibi nomen imposuit... (Os anuncio una gran alegría tenemos papa el eminentísimo y reverendísimo señor... el nombre cardenal de la Santa Iglesia Romana, que ha tomado como nombre...).
Después el nuevo papa pronuncia sus primeras palabras a los fieles e imparte la bendición Urbi et Orbi, a la ciudad de Roma y todo el mundo.
Noticias (4)
Más información (1)