Fiestas de la Blanca
Vitoria apura las últimas horas de fiesta antes de despedir a Celedón
AGENCIAS | REDACCIÓN
ETB1 y eitb.eus ofrecerán en directo la subida de Celedón desde las 00:40 horas, y el concierto de txistularis desde las 22:00.
Euskaraz irakurri: Zeledonen igoerak amaiera emango die gaur gauean Gasteizko jaiei
Vitoria apura las últimas horas de las fiestas de La Blanca y se prepara para despedir a Celedón, cuya subida esta madrugada a la torre de San Miguel pondrá punto y final a las fiestas de este año.
Si el viernes pasado, día del chupinazo, Celedón se vio obligado a compartir protagonismo con un calor agobiante y un sol de justicia, hoy el parte meteorológico no incluye ambiente veraniego, sino más bien primaveral: sirimiri ocasional a primeras horas y temperaturas por debajo de los 20 grados.
Este panorama impropio de agosto no ha amilanado a los blusas y neskas, que durante la mañana han llenado las calles de la ciudad para "echar el resto" en esta última jornada de fiestas, a pesar de que las esfuerzas empiezan ya a escasear después de tantos días de juerga.
Los tradicionales pasacalles y charangas han dado paso a mediodía a una degustación solidaria en la Plaza de España de una ración de patatas con chorizo -opción gastronómica muy acertada a la vista del tiempo- a beneficio del Banco de Alimentos.
La comparsa de gigantes, cabezudos, caballos y sotas ha desfilado por el centro de la capital vitoriana antes de ser recibida en el Ayuntamiento por la corporación, con el alcalde Gorka Urtaran a la cabeza, con motivo del centenario de su creación.
Ya por la tarde los blusas y neskas protagonizarán su último paseíllo a la plaza de toros, aunque este año ha pasado a llamarse "kalejira" por no haber feria taurina.
El concierto del grupo murciano M-Clan en Plaza de los Fueros será la antesala de la despedida esta madrugada a Celedón.
La Virgen Blanca congregará de nuevo a miles de vitorianos para observar como Celedón hace el camino inverso del día 4 y asciende desde esta plaza hasta la Torre de San Miguel, de donde no regresará hasta el año que viene.
Una degustación de chocolate con bizcochos, ya de madrugada, servirá para endulzar la vuelta a la normalidad de los vitorianos, que empezarán la cuenta a atrás para ver el próximo 4 de agosto bajar del cielo a su aldeano más querido.