Riesgos del heterosexismo y la homofobia interiorizada

La primera encuesta científica masiva acerca de las conductas sexuales humanas fue publicada en 1948. A partir de cientos de entrevistas personales, el conocido como Informe Kinsey estableció una escala de 7 grados que van desde la absoluta heterosexualidad hasta la homosexualidad completa, pasando por varios grados de bisexualidad. Se desveló, por ejemplo, que el 60% de los hombres y el 33% de las mujeres habían participado al menos en una práctica homosexual desde los 16 años y que más de una tercera parte de ellos y casi una quinta parte de ellas habían alcanzado el orgasmo por lo menos una vez en actividades homosexuales. Este tipo de afirmaciones en la década de los 50 desataron una fuerte polémica.

Seis décadas después y pese al supuesto aperturismo y libertad sexual, el heterosexismo y la homofobia siguen poniendo etiquetas y el miedo al rechazo se bate en duelo con el prejuicio y la discriminación irracional. La pregunta que se hace la psicóloga y sexóloga Marian Ponte es: ¿por qué se busca constantemente una explicación a la homosexualidad y no a la heterosexualidad? "Los estereotipos y las ideologías, dice Ponte, no van a permitir que haya una toma de conciencia ni una aceptación, por lo que tendríamos que estudiar cuáles son las causas de la discriminación; eso sería más efectivo".

Es necesario tener en cuenta que no todas las personas que tienen relaciones homosexuales se sienten gays, mientras que otras pueden sentirse homosexuales sin haber tenido ninguna práctica sexual. A lo largo de la vida puede cambiar la orientación del deseo pero la orientación sexual no se elige ni se modifica y cualquier intento de cambiarla pone en desequilibrio la salud y psique de la persona. No hay nada mejor que "dejar ser, para SER todos".