'Graffiti'
Periodismo 2010 = Claroscuros
eitb.com
La vicepresidenta de Reporteros Sin Fronteras, Malen Aznárez, y la presidenta de FAPE, Elsa González Díaz, hacen balance de lo que este 2010 ha supuesto para la profesión periodística.
Hasta la medianoche del día 31 de diciembre, nuestras palabras han de tener siempre carácter provisional. No será hasta entonces cuando este balance cobre realmente sentido aunque a esta hora podemos congratularnos por ese descenso en el número de periodistas asesinados.
En su parte anual, Reporteros Sin Fronteras, considera a este 2010 como el año en que los periodistas fueron tomados como blanco y moneda de intercambio. De hecho, según los datos de esta entidad, son menos los informadores muertos en zonas de conflicto frente a quienes han sido asesinados por criminales y traficantes de todo género. La cifra es por primera vez inferior a la registrada durante 2005, pero son 57 los periodistas asesinados. Demasiados. Cualquier vida lo es.
Las cifras revelan que Asia y América se sitúan en los primeros puestos de ese fatídico año.
En Pakistán donde los periodistas son blanco habitual de grupos islamistas se ha pagado un alto precio: 11 asesinatos. Irak deja 7 bajas, frente a las de 4 colegas en 2009. Al margen de México, donde el narcotráfico y un estado corrupto siguen enmudeciendo a los informadores, el golpe de estado de 2009 en Honduras se salda durante este último año con 3 casos de periodistas asesinados.
Más allá de la muerte fría, calculada, cobarde... existen otras formas de amenazar al periodismo. El arresto o el secuestro, que ha aumentado un 55% con respecto al pasado año.
Además una vieja conocida, la censura, reaparece. Es capaz de mudar su piel para adaptarse. Lo hace en esas nuevas vías que permiten la comunicación sin intermediarios: Internet. Censura en la red, detenciones de blogueros o ciberciudadanos. Los datos presentados hoy, en víspera del fin de año, son algo más que números. Son libertades amenazadas, historias que jamás conoceremos.