Atención psicológica en accidentes de tráfico

Más de 1.100 personas han fallecido este año en las carreteras españolas. Podríamos quedarnos con el dato en positivo, el hecho de que el número de víctimas sea un 11,3% inferior al del año pasado en estas mismas fechas; pero los números no nos dan la verdadera dimensión de la tragedia; las cifras no sirven para conocer la repercusión de estos hechos en la vida de las personas afectadas; personas a las que la vida les ha cambiado en lo que dura un parpadeo. ¿Reciben víctimas y familiares la atención integral necesaria para aceptar y superar el golpe?.

Implementar la atención psicológica de emergencia es una reivindicación que hacen suya las asociaciones de víctimas y que suscribe Francisco Duque, psicólogo clínico de la sección de Interconsulta para el tratamiento de situaciones traumáticas del Hospital Gregorio Marañón.

Los accidentes de tráfico cumplen todos los criterios de trauma, sin embargo, Francisco Duque es de los que considera que las víctimas de accidentes de tráfico "son los grandes olvidadas". Las propias Asociaciones de Víctimas subrayan que, con demasiada frecuencia, detectan procesos crónicos de depresión debidos a una nula atención psicológica. Y es que una vez controlada somáticamente, la víctima debería ser atendida psicológicamente para evitar traumas.

Hay que cuidar la comunicación de malas noticias, la gestión de la información, la empatía, los primeros auxilios psicológicos, el manejo de reacciones como la agresividad, la negación etc. Todos estos son todavía temas pendientes a trabajar con los intervinientes de primera línea que actúan en situaciones de crisis, y más en concreto, en el campo de los accidentes de tráfico.

Por lo general, las heridas físicas son atendidas con gran eficacia sin que ocurra lo mismo con las heridas psíquicas. La pérdida de seres queridos en un accidente traumático "es difícil de integrar en una mente sana" asegura.

Las reacciones psicológicas agudas se experimentan durante o inmediatamente después del accidente, y tienden a resolverse progresivamente en los seis primeros meses. Si no desaparecen debe consultarlo, lo antes posible, con un especialista en este tipo de trastornos.

Según el Primer Estudio Sobre el Impacto de los Siniestros de Tráfico en las Víctimas y Afectados 2010, la probabilidad de sufrir depresión, insomnio, trastornos alimenticios, ruptura de las relaciones o problemas psicológicos se multiplica por diez en las víctimas de accidentes respecto al resto de la población.