Tolerancia cero frente a la ablación

El pasado jueves arrancó en la Audiencia Provincial de Teruel el primer juicio contra un matrimonio de Gambia como presuntos autores, inductores o encubridores de una ablación de clítoris a su hija. La pequeña no había cumplido el año de edad cuando le fue practicada la amputación genital.

Durante la vista oral, tanto el padre de la niña como varias mujeres gambianas que acompañaban a la madre aseguraron que la operación se realizaba "por el bien de la menor y nunca para hacerle daño". La mutilación genital femenina, sin embargo, está penada en el Estado con hasta 12 años de prisión y la retirada de la patria potestad de la menor.

Subrayamos que se trata del primer proceso de mutilación femenina que llega a los tribunales en España: Los anteriores casos fueron archivados tras la fase de instrucción al acreditar que los hechos habían ocurrido en los países de origen. Según datos de UNICEF cada día 6.000 niñas entre cuatro y diez años son mutiladas. ¿Cómo frenar este drama?.

Estamos ante un drama que siguen viviendo en silencio muchísimas menores. Se calcula que solo en España, 11.000 niñas están en riesgo de sufrir una ablación: una extirpación total o parcial de los genitales externos por motivos culturales y no terapéuticos. La inmigración ha hecho que los casos aumenten en Europa, Australia, Canadá y EEUU.

Normalmente es realizada por parte de una mujer mayor con experiencia, que utiliza un vidrio, una cuchilla oxidada o cualquier otro instrumento cortante, sin ninguna medida higiénica o de precaución. A estas mujeres, se les retribuye con dinero o bienes y tiene un rango social importante dentro de su clan, por lo que es muy difícil que dejen de practicarlo

Motivos de la ablación:

· Se practica en nombre de la religión y cultura, como un “ símbolo de identidad cultural”, sin embargo, no existe ningún versículo del Corán en el que explique esta obligación de agresión física. El problema de la alfabetización es aquí vital.

· También se habla de la cuestión de género. El clítoris es considerado como un pene pequeño y debe ser eliminado por la supremacía masculina.

· En algunas sociedades, se considera que sólo el hombre debe sentir placer sexual. Eliminando el clítoris, se elimina el placer sexual y el riesgo de la promiscuidad femenina, asegurando así que la mujer llega virgen al matrimonio.
· Las no mutiladas, difícilmente logran casarse.

· Por otra parte, el órgano sexual femenino se considera feo y sucio, por lo que a las mujeres no mutiladas no se les permite acarrear agua, ni cocinar.

Hay que resaltar que es una práctica que nada tiene que ver con la religión musulmana: No existe ningún versículo del Corán en el que explique esta obligación de agresión física.

A pesar de que existen profesionales en Barcelona, y próximamente en Valencia, Madrid o Zaragoza, que realizan reconstrucciones genitales, la ablación produce daños irreparables: A largo plazo es causa de infertilidad, infecciones crónicas, relaciones sexuales dolorosas y puede provocar complicaciones durante el embarazo y el parto.