Ensayo clínico contra el Cowden

¿Os habéis preguntado en alguna ocasión cómo funciona un tratamiento experimental?. ¿Cuáles son los riesgos para las personas o enfermos que pasan a convertirse en “conejillos de indias”?. Lo cierto es que sin su valor y predisposición el avance en la investigación sería imposible.

Un ensayo clínico es la única esperanza que tiene Paco Sanz de soñar con un futuro digno. En los dos últimos años, este valenciano de 40 años, ha desarrollado tumores en todas las partes blandas de su cuerpo. Padece Síndrome de Cowden, un trastorno genético incurable y sin tratamiento en el Estado. Desde el pasado 10 de enero permanece en Bethesda, Maryland, donde está sometiéndose a la segunda fase de un tratamiento experimental: “Soy la primera persona en el mundo que va a tener un tratamiento de rapamicina de larga duración y no saben lo que me puede pasar”.

Durante la primera fase, los tumores de Paco se redujeron, los continuos dolores se mitigaron y el riesgo de cáncer cayó en picado. Lo ideal sería que permaneciera en el país un mínimo de tres meses para garantizar resultados, pero Paco ha agotado sus recursos y los de su familia, y ha tenido que depositar toda tu confianza en la donación y solidaridad de personas anónimas para conseguir costease la estancia en Maryland.

A pesar de las dificultades, Paco Sanz es de los que piensa que “todo se arregla con una sonrisa, con las ganas de vivir y con la fuerza que me da que gracias a mi se puede ayudar a muchas personas”. Por eso, y aunque no hay día que no le duela algo, Paco se ha propuesto contribuir en la búsqueda de un tratamiento efectivo para las personas enfermas de Síndrome de Cowden e ir ganando batallas.

Recientemente en el hospital le han hecho una resonancia testicular, y parece que la quimioterapia ha reducido un poco los tumores “ y en el esófago parece que hasta haya desaparecido alguno”. El riesgo principal para Paco es que sus tumores se conviertan en un cáncer. Un tratamiento preventivo es vital para él. “Lo único que pido es vivir”, dice Paco.