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Fernando Noailles susurra a los caballos
eitb.com
El Klaret Antzokia de Balmaseda acoge este próximo jueves, 22 de marzo, una conferencia sobre entrenamiento emocional asistido por caballos.
Existen en el mundo muy pocos susurradores de caballos; pocas personas con el don de entender el lenguaje equino. El argentino Fernando Noailles posee esa habilidad. Noailles siempre hace hincapié en el hecho de que el día que nació, el primer regalo que recibió fue precisamente un caballo y que desde muy pequeño le ha llamado la atención el trabajo que realizaban los domadores con los potros salvajes.
Esa pasión y curiosidad le han convertido en un reconocido maestro en ‘doma racional’. Él adiestra los caballos mediante la voz y las caricias, sin utilizar la fuerza; como lo hacían los indígenas de la Pampa argentina de los que Fernando aprendió. Sus años de experiencia y esas dosis de “amor y paciencia” le han permitido romper los esquemas de más de un criador; y de aquellos que le tacharon en sus comienzos de “charlatán o iluminado”.
Fernando Noailles tiene el gran don de “predicar con el ejemplo de vida” con una enorme capacidad para transmitir sus conocimientos a modo de autoayuda de una forma amena y envolvente. Hoy en día imparte conferencias, jornadas y cursos de Entrenamiento Emocional para particulares en grupos de Adultos, Niños y Familias.
Este próximo jueves, 22 de marzo, estará en el Klaret Antzokia de Balmaseda. Un evento organizado por la asociación de desarrollo Enkarterrialde y el Ayuntamiento de la villa encartada, en el que Fernando Noailles contará cómo el entrenamiento emocional asistido con caballos nos puede enseñar a reconocer y controlar nuestras emociones. “Jamás podrás dominar una situación, si no te dominas a ti mismo”, asegura el argentino.
A través de sus entrenamientos Noailles, por ejemplo, ha logrado importantes cambios de actitud y comportamiento en presos internos de mediana y alta peligrosidad. Tras los primeros encuentros con reclusos de Alcalá Meco, el diario ‘La Muralla’ escribía: “(...) Quizás, si todos nos convirtiéramos en susurradores de caballos el mundo cambiaría. Quizás si utilizásemos las manos para acariciar, la voz para besar en vez de herir, el mundo sería nuestro perdido paraíso”. El propio Noailles recuerda como una de las “experiencias más fuertes y más gratificantes” el día en el que, al terminar uno de los cursos de formación, uno de los presos se le abrazó con intensidad y le dijo: “Fernando, si yo hubiese sabido esto hace 2 años, hoy no estaría aquí dentro”.
El presente del terapeuta equino pasa por la creación de Granjas Escuelas para Niños y Animales de la Calle. “A los niños se les va a dar cobijo pero, lo más importante, se les va a formar en valores; van a disfrutar siendo gente de bien”. Este proyecto, según cuenta Fernando Noailles, está pensado para que los beneficiados no sean sólo los niños y animales abandonados sino que también pretende ayudar, a través del voluntariado, a un amplio espectro de personas que va desde adolescentes en conflicto o con problemas de comportamiento, hasta altos directivos de empresas y empresarios.