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Acusada de adulterio

Sudán: madre lactante condenada a muerte por lapidación

Radio Euskadi

Amnistía Internacional pone en marcha una ciberacción para pedir a las autoridades sudanesas la inmediata puesta en libertad de la mujer y la suspensión de las ejecuciones en el país.

Madre lactante condenada a muerte Foto: Amnistia Internacional

Más de 72 mil personas han unido su voz a la de Amnistía Internacional para solicitar a las autoridades sudanesas la inmediata puesta en libertad de una madre lactante, acusada de cometer adulterio y condenada a morir lapidada por ello. Para colaborar con esta causa, entra y firma en: actuaconamnistia

El tribunal penal de Ombada, en el estado de Jartum, condenó a muerte el pasado 13 de mayo a Intisar Sharif Abdallah bajo la acusación de adulterio. Amnistía Internacional (AI) denuncia que esta joven sudanesa no tuvo un juicio justo: ‘No tuvo acceso a un abogado y el juicio se desarrolló en árabe, idioma que ella no entiende bien”, sin que mediara un intérprete.AI relata que, aunque inicialmente Intisar Sharif se declaró no culpable, en una vista posterior admitió los cargos tras haber sido, presuntamente, golpeada por su hermano. La sentencia condenatoria se basó únicamente en este testimonio. El hombre con el que supuestamente cometió adulterio, entretanto, lo negó todo y fue puesto en libertad.

Intisar Sharif Abdallah se encuentra detenida con su hijo de cuatro meses a quien continúa amamantando. Está sumamente angustiada y no entiende su condena. Sus otros dos hijos están bajo la custodia de familiares, quienes están tramitan un recurso de apelación.

Por medio de una ciberacción, Amnistía Internacional persigue pedir a las autoridades sudanesas la inmediata puesta en libertad de la mujer y la suspensión de las ejecuciones en el país. Tal y como recuerda Carlos de las Heras, responsable de la campaña contra la Pena de Muerte de AI España, “la condena a muerte contra Intisar Sharif no solo contraviene las normas del derecho internacional, su ejecución violaría incluso la Constitución de Sudán, que prohíbe la pena de muerte para mujeres embarazadas o lactantes hasta los dos años de lactancia”. Asimismo, se especifica que la lapidación, “concebida para causar a la víctima un gran dolor antes de matarla, es una violación de la prohibición de la tortura contenida en el Pacto y en la Convención contra la tortura, de la que Sudán es signatario”. Cabe destacar que la mayor parte de las personas condenadas a muerte por lapidación son mujeres.

El adulterio no es un delito

Además de dar pasos para extender el abolicionismo en el mundo, Amnistía Internacional aprovecha la ocasión para defender que no se tipifiquen como delito las relaciones sexuales consentidas entre personas adultas. En opinión de AI, cualquier persona adulta condenada por este motivo, debería considerarse “un preso de conciencia”.

Aunque aún quedan muchos pasos por dar, las noticias sobre el uso de la pena de muerte en 2011 confirman la tendencia universal hacia la abolición:

   - En 2011 sólo 21 de los 198 países llevaron a cabo ejecuciones, una disminución de más de un tercio en el último decenio.

   - Se conmutaron o indultaron condenas a muerte en 33 países, en comparación con los 19 de 2010.

   - Arabia Saudí, China, Estados Unidos, Irán e Irak encabezaron la lista de Estados con el mayor número de ejecuciones en el mundo. China, además, sigue sin revelar dato alguno sobre las ejecuciones que realiza –y se estima que pueden contarse por miles–.

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