Ola de frío
Dormir en la calle a temperaturas bajo cero
Conocemos en el Boulevard los planes de emergencia social que se activan ante el frío para las 3.500 personas sin techo que se calculan viven en la calles de Euskal Herria.
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Es díficil cuantificar las personas sin hogar que viven en las calles de Euskal Herria pero según los censos trimestrales que eleboran distintas asociaciones y cada dos años las instituciones, se calcula que son cerca de 3.500 personas. De ellas, alrededor de 500 rechazan acudir a los cerca de 400 centros y albergues que existen para que pasen la noche aunque siguen existiendo personas que se resisten a hacerlo incluso a pesar de las alertas por frío.
La concejal de Acción Social del Ayuntamiento de Donostia, Aitziber San Román, explica en el Boulevard que desde el 15 de noviembre está activado "El protocolo del frío" que en el caso de la capital de Gipuzkoa, a las 70 plazas disponibles durante todo el año se suman 40 más en el momento en que Euskalmet activa el aviso de heladas en la costa. Aún así destaca "nos consta que hay gente que sigue durmiendo en la calle y lo que tratamos es que estas personas no pongan en riesgo su vida". Explica en este sentido cómo se coordinan con todos los servicios de emergencia social. "Si una noche especialmente fría se ve a alguien en la calle intentamos convercerla para que vaya a dormir a uno de los centros y si vemos que corre riesgo su salud se llama al servicio médico para que valore si se puede respetar su decisión o se le puede obligar a trasladarse, como en algún momento ha ocurrido".
Desde la entidad París 365 de Iruña, la responsable de las personas sin techo explica que siempre lo primero que se hace es derivar a estas personas a los servicios municipales. En estos fechas especialmente fríos apoyamos a estos servicios con un plan especial de emergencia para las personas que se resisten a acudir a los centros. Dori relata "que salimos con la furgoneta y repartimos un kit en una mochila con esterillas y sacos térmicos y a través de nuestro centro de segunda mano les facilitamos ropa de abrigo y mantas si les hace falta". La responsable de uno de los comedores sociales más indispensables de Iruña explica también que "les repartimos sopa caliente dentro del programa que tenemos en marcha desde hace ya cinco años".
Dori subraya "que las personas que duermen en la calle tienen problemáticas más graves como trastornos de salud mental o consumos que hacen que vivan una realidad bastante individualista". Explica "que muchas de ellas buscan el calor de la compañía aunque puntualiza que muchas veces es difícil acercarse a ellas. Si viven en un cajero es como si de repente entraras en su casa por lo que a veces es un trabajo muy complicado que hay que hacer con mucha delideza". "Les tratamos con le máximo respeto y si no quieren ser atendidos por supuesto les respetarlos y les dejamos tranquilos".