'La parada general de Petronor supone una buena inyección económica'

El consejero delegado de Petronor, Andreu Puñet, ha destacado la "buena inyección económica" para los municipios del entorno de la refinería que supone la parada general que se está llevando a cabo desde el pasado 18 de enero en la planta de Muskiz, y, como dato, ha indicado que los restaurantes de la zona servirán "del orden de 50.000 menús", durante el mes y medio que durará la mayor parada de la historia de Petronor desde que se constituyera como empresa en 1968.

En una entrevista en Radio Euskadi, Puñet ha explicado que la parada general, que se prolongará hasta el próximo 28 de febrero y supondrá una inversión de cerca de 49 millones de euros, es "una actividad importantísima para nosotros y por la repercusión que tenemos en nuestro entorno".

Según ha explicado, el objetivo de la parada, que afecta a tres cuartas partes de la refinería, es "hacer una revisión en profundidad de todas las instalaciones afectadas, que consiste, básicamente, en hacer las inspecciones legales que nuestras instalaciones por temas de seguridad estamos obligados a hacer periódicamente más o menos cada cinco años".

Así, ha indicado que se realiza "una inspección obligatoria desde el punto de vista de seguridad, limpiamos todas las instalaciones, y reparamos todas aquellas cosas que han podido sufrir desperfectos", lo que "permitirá dar el siguiente salto el próximo periodo de cinco años en las máximas condiciones de seguridad y eficiencia".

El consejero delegado de Petronor ha explicado que la refinería tiene aproximadamente 1.000 empleados propios, pero "en nuestra actividad diaria y normal trabajan con nosotros otros 700 personas que nos ayudan en labores de mantenimiento y auxiliares de la refinería como limpieza, vigilancia, servicios auxiliares de comedor, por lo que podemos estar hablando de unas 2.000 personas directamente afectadas por la actividad de la refinería, a parte del empleo inducido, que son aproximadamente otras 4.000 personas que, directa o indirectamente, están relacionadas con nuestra actividad".

Durante los días de la parada general, ha indicado Puñet, hay un promedio de 1.500 trabajadores adicionales, "y en periodos punta 2.000, dependiendo de los tipos de trabajo y de cómo evoluciona la carga de trabajo". "Estas 2.000 personas, traducido en horas, son unas 600.000 horas, por lo que el alcance de esta parada es muy importante", ha remarcado.

En cuanto al impacto económico, ha indicado que en los restaurantes del entorno de Muskiz y Abanto Zierbena "se servirán durante este periodo de mes y medio del orden de 50.000 menús para todas las personas que están trabajando, una cantidad importante esperada como agua de mayo".

"Es gente que viene de fuera, de unas 55 empresas, de las cuales la mitad son del País Vasco, pero otras son de fuera y sus trabajadores tienen, aparte de los menús de la comida, necesidades de alojamiento, lo que también redundan en el entorno", ha dicho, para insistir en que es "una buena inyección económica que se realiza en el entorno".